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VERACRUZ, VER.- El puerto jarocho nuevamente se llenará de color y música. Este año, su tradicional carnaval cumple 80 años de vida, motivo que pondrá sin duda a bailar a más de cinco mil turistas del 17 al 25 de febrero.
Vivir el carnaval en Veracruz es sentir un calor humano que se contagia en las calles. Son nueve días de sana diversión, de festejo, de conciertos y bailes en las plazas.
Reza el dicho que ?sólo Veracruz es bello?, pero podría agregársele que es más es bello en carnaval. Para muestra ahí están las noches del zócalo, llenas de música y sabor. Su legendario Gran Café de la Parroquia -donde se arregla el mundo todos los días-, su malecón, barcos, playas, su gente y su comida.
La quema simbólica del ?Mal Humor? marca el inicio del carnaval, donde porteños y visitantes enjuiciarán al personaje que durante todo el año anterior ocasionó molestia entre los lugareños y que será condenado a morir en la hoguera.
A partir de este momento, son seis los desfiles alegóricos que recorren la ciudad y llegan al malecón. El primero de ellos se llevará a cabo el sábado 21 de febrero.
Una mañana de carnaval comienza muy temprano con la búsqueda de un asiento en las gradas. Familias provenientes de estados como Puebla, Hidalgo, Tabasco, Tlaxcala y por supuesto el Distrito Federal, viajan hasta tierras veracruzanas para vivir cada año la fiesta.
En el bulevar principal (donde pasarán las comparsas), los vendedores de refrescos, globos, nieve artificial, algodones y sombreros, no dejan de ofrecer sus productos. Ni qué decir de los puestos dónde se surte cerveza.
De pronto, el sonido de las sirenas de la policía anuncia que están próximos el ritmo, el humor y las batucadas. La gente se acomoda, soporta hasta 32 grados de temperatura y se entrega al grito de ?Veracruz...Veracruz...Veracruz?.
A lo lejos se ve venir un extenso mar de comparsas y carros alegóricos revestidos de marcas de refrescos. Le siguen un concierto interminable de coreografías de baile y mujeres hermosas.
La gente baila, ríe a carcajadas, brinda, salta y festeja; son días de celebrar.
En esta fiesta lo mismo se ve bailando por las calles a niños que apenas pueden correr, que a comparsas de mujeres alegres ya de edad avanzada, que seguramente eran unas niñas cuando comenzaron a vivir el carnaval y que siguen en Veracruz la tradición.
Las comparsas de rumberas, salseros, danzoneros, hawaianas, bastoneras y pachucos, llevan un llamativo vestuario, lleno de color para lucir sus mejores pasos.