Se trata de un platillo norteño, específicamente de la ciudad de Monterrey, N.L. Se acompañada con tortilla de maíz o harina y una rica salsa mexicana; es ideal para un almuerzo dominicial.
Ingredientes:
Para dos personas
*50 gramos de carne seca deshebrada, de su preferencia.
*Cien gramos de chile cascabel molido en la licuadora con la cantidad de una taza de agua y un diente de ajo.
*Dos dientes de ajo.
*Un poco de harina.
*Una taza de puré de tomate, preparado en casa.
*Pimienta y sal al gusto.
*Dos tazas de agua, hervida preferentemente.
Preparación:
1.- En una cacerola se ponen seis cucharadas soperas de aceite y se espera a que se caliente un poco.
2.- Luego se agrega la carne y se mueve constantemente hasta que empiece a tronar, ya que es el punto en que estará lista. (Si sobra aceite, se retira poniéndolo en un cedazo y con una cuchara se le oprime para quitarle el resto del aceite; luego se vierte nuevamente la carne seca en el sartén.
3.- Se le agrega media cucharada cafetera de ajo molido. (Este procedimiento se recomienda se haga en la licuadora o en un molcajete con un poco de agua).
4.- Luego se añaden dos cucharas cafeteras de harina, y se mueve para que se incorpore a la carne. Se debe esperar un poco para que se dore ésta con la carne.
5.- Se agrega el chile, y no se deja de mover.
6.- Se añade la taza de puré de tomate.
7.- Luego se agregan dos tazas de agua.
8.- Una pisca de pimienta y sal al gusto.
NOTA: Durante la preparación del platillo, la flama debe estar a fuego bajo para que no se queme la carne; se aumentá ésta luego de que se añaden las dos tazas de agua para dejar hervir. Sirva inmediatamante.
Si desea preparar para más personas, sólo debe duplicar la cantidad de ingredientes.
Mujer activa
Margarita Obregón de Galindo cuenta con un doctorado en psicología, y ofrece consultas en un dispensario de Cáritas Diocesanas de la parroquia San Juan de los Lagos, tres veces a la semana; mientras que en su domicilio brinda terapias individuales y familiares.
Tiene cinco hijos: Gloria Margarita, Víctor Manuel, Carlos Humberto, Ernesto y Francisco Javier, todos ellos conocidos profesionistas y siete nietos, que son su adoración: Jesús Alberto, Marian Margarita, Víctor Eduardo, Carla Daniela, Ana Sofía, Ania Karen y Victoria.
Además de su profesión, doña Margarita disfruta estar en su hogar, y uno de sus pasatiempos es mantener el equilibro y colocar los objetos donde mejor luzcan, “que combine el espacio con la decoración’’.
También le fascina acudir al cine y la lectura, ahora lee Transfiguración de Ignacio Larrañaga; ¿Quién se ha comido mi queso?, de Spender Johson y Camino, de José María Escribá de Belaguer.
Otro de sus gustos es ver la televisión “me relaja mucho, y por supuesto cocinar. En ocasiones invento platillos y mezclo unos ingredientes con otros’’. Además todo el día hace oración pues le provoca mucha paz interior.
Tradición familiar
La buena cocina le viene de herencia. Su abuelita, doña María Meléndez de Obregón fue la fundadora del famoso Café Meléndez, que durante muchas décadas visitaron cientos de laguneros atraídos por sus deliciosos platillos caseros. El secreto, que siempre se emplearon ingredientes naturales.
Originaria del estado de Nuevo León, vivió en San Pedro de las Colonias, Coah., y emigró a nuestra ciudad en 1920 en busca de mejores oportunidades, al enviudar muy joven. Allá abrió su negocio una década antes y lo continuó en Torreón, estableciéndose en varios domicilios.
Primero estuvo frente a la Plaza de Armas, luego se trasladaron a la colonia Torreón Jardín; posteriormente a la avenida Juárez y calle Degollado y su local definitivo fue la avenida Juárez, casi esquina con calle 22, donde cerró sus puertas hace aproximadamente seis años. El Café Meléndez permaneció entre los laguneros durante 87 años.