Malaquías Nava Favela, es el asesino confeso de Camelia Araceli Ibarra de León, sexoservidora de 37 años de edad. El homicidio lo perpetró la madrugada del domingo 14 de marzo, en el interior de un cuarto de renta del inmueble marcado con el 408 de avenida Carrola Antuna, en la colonia Ciénega.
Narración
?Durante una semana me tuvo amenazado y no me podía escapar... entre ella y dos de sus amigos, y como pensé que me iban a asesinar, me le adelanté aprovechando que estaba dormida y la maté. Salí al patio a buscar un ?güingo? (talacho) y le di tres veces. Cerré la puerta y fui con la casera a desayunar; después me fui pa?l Huizache?.
Finalmente, luego de casi 15 días que anduvo prófugo de la justicia, ?El Pringas? fue capturado por agentes del grupo de Homicidios. Dentro de su corta carrera criminal se le imputa la muerte de otro sujeto, Daniel Valdemar Aviña, de 25 años, ex compañero de andanzas con quien llegó a traficar marihuana, pero una desavenencia originó que lo asesinara.
De complexión delgada, rostro inexpresivo y de aproximadamente 1.65 de altura, el presunto homicida fue presentado ante los medios de comunicación ante quienes comentó en tono pausado el modo en que acabó con la vida de Camelia, después de ocho meses de conocerla, ya que ambos compartían el gusto por el cristal, droga que vendían junto con otros dos sujetos, conocidos de la extinta mujer.
Isaías o Eleazar fue detenido el martes por la tarde en las calles del fraccionamiento El Huizache, cerca del domicilio de una hermana con quien permaneció durante dos semanas, tiempo en que era buscado por las autoridades.
Drogas
El originario de San Miguel de Cruces y criado en el rancho El Potrero de Tamazula tenía cerca de un año radicando en esta ciudad capital, tiempo en que nunca quiso buscar un trabajo para establecerse y prefirió relacionarse con otro tipo de gente que se dedicaba a la venta y consumo de drogas; señaló incluso que llegó a llevar marihuana a Ciudad Juárez y por esos lugares conoció a Daniel, sujeto que de socio pasó a convertirse en su víctima.
En su declaración ministerial, Malaquías también manifestó que a partir de ciertos problemas con Daniel, éste lo dejó fuera de una transacción importante de aproximadamente 300 mil pesos, al igual que otro compañero, al encerrarlos en una casa ubicada en calle Nelly Campobello No. 155 del fraccionamiento Santa Amelia, lugar donde la violencia llegó al grado en que al término de negocio los amenazó con una ametralladora y los corrió.
Reunión
A mediados de agosto concertó una reunión con Daniel para pedirle una explicación; la reunión tuvo lugar en la misma casa a donde Malaquías decidió ir armado con una pistola calibre .25.
Una vez frente a frente, ambos consumieron algunos gramos de cristal, pero la misma droga dejó al descubierto el odio que ambos sentían y después de retarse salieron a relucir las armas, sólo que, según lo dijo el ahora detenido: ?le gané el tirón y le metí dos balazos en la cabeza; luego arrastré el cuerpo hasta un cuarto y le quité su pistola .38. Las pistolas las vendí a gente desconocida, una por mil pesos y la otra por 700 pesos. Lugo me fui al rancho, pero allá no me sentí bien. Ya me había gustado la droga y la ciudad?.
Destacó que al regresar de nueva cuenta a la capital, después de permanecer varios meses en su lugar de origen, fue cuando conoció a Camelia y semanas después ocurrió el hecho de sangre en donde acabó con ella.
