El jefe de Gobierno del D.F. permanece arriba de las encuestas para las elecciones presidenciales de 2006.
17 de septiembre de 2004
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Para Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal, 2004 fue el año del complot.
En este periodo ha tenido que sortear una serie de situaciones polémicas; la última lo tiene en medio de un proceso de desafuero para enfrentar una acusación por desacato.
El 25 de septiembre de 2003, siete días después de su tercer informe de gobierno, llegó la primera ofensiva: la orden de un juez para pagar mil 810 millones de pesos de indemnización por el paraje San Juan.
En menos de tres meses enfrentó a los medios de comunicación por el escándalo de Nicolás Mollinedo, su chofer-coordinador de Logística que gana 63 mil pesos.
En marzo, apenas se reponía de la defensa, cuando surgieron los llmados videoescándalos, en los que se observa al ex secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, apostando dinero en Las Vegas; y a René Bejarano, cuando metía dinero, entregado por el empresario -hoy en prisión- Carlos Ahumada, a su portafolios.
Un mes después, la Procuraduría General de la República (PGR) anunciaba la solicitud a la Cámara de Diputados para pedir el desafuero de López Obrador, por desobedecer -presuntamente- la orden de un juez, quien le pidió que cancelara la construcción de una calle en el predio El Encino.
Para Martí Batres Guadarrama, subsecretario de Gobierno, este periodo evidencia que "hay una saña contra el Distrito Federal y tiene una motivación política", pues ningún gobierno ni gobernante ha estado sometido a esta "presión brutal".
Mientras, Miguel Angel Corro, especialista en política económica e investigador del Tecnológico de Monterrey, considera que los sucesos tienen una lógica, a raíz de tres factores, pero también López Obrador ha sabido aprovechar la coyuntura.
Explica que es el personaje que permanece arriba de las encuestas para las elecciones presidenciales de 2006, es un candidato natural y ha trastocado algunos intereses con su forma de gobernar.
Por otra parte, agrega el investigados, al interior y fuera del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en los otros partidos políticos, se está viviendo una recomposición de grupos, de líderes, que están buscando posicionarse con miras al 2006.
Ante ello, destaca, buscan debilitar a los candidatos fuertes y unen esfuerzos, no como un complot, sino que aprovechan los escenarios para sumarse a la descalificación.
Al respecto, Batres Guadarrama menciona que "en las altas esferas del poder se preocupan por el posicionamiento de López Obrador y empiezan a movilizar todas su capacidad contra el gobierno capitalino".
Miguel Angel Corro considera que para un funcionario que usa la honestidad como bandera tal vez sea grave ser relacionado con colaboradores que resultaron corruptos o se le acuse de desacato.
Sin embargo, añade, no se compara con escándalos como el de Raúl Salinas, el de la casa del ex presidente José López Portillo, conocida como la "Colina del Perro", o los acontecimientos en el gobierno foxista, con el "Toallagate" o los recursos de la Lotería Nacional.