Don Alberto Camacho repasa línea por línea cada día
CD. LERDO, DGO.- La inquietud incesante por aprender nuevas técnicas de arte, llevó a Alberto Camacho a consolidar el manejo del pirograbado, el cual trabaja desde 1974 y en donde ha logrado bellos y singulares trabajos que le han permitido exponer en diferentes lugares de la República Mexicana y del extranjero.
Lerdense por adopción, Alberto, de 56 años de edad, es jubilado de la Secretaría de Agricultura, donde se desempeñó como dibujante; ahora está dedicado en cuerpo y alma a su vocación y a lo que verdaderamente le apasiona.
Una tabla de madera, un pedazo de piel y su pirógrafo eléctrico son lo único que necesita para empezar a trabajar en la mesa del comedor de su casa. Con destreza, elabora primeramente los dibujos a lápiz; sus favoritos son los temas mexicanos, pero elabora de cualquier tipo según lo pide el cliente.
Enseguida toma el pirógrafo y comienza a repasar línea por línea cada trazo de manera artística, el mayor tiempo lo abarcan los detalles, tiene cuidado de no perder ninguno, es parte de la belleza de este arte.
¿Cómo inicia en esta actividad?
-Lo aprendí en la Escuela de Artesanías del IMSS en San Bartolo, en Naucalpan, Estado de México.
¿Cómo aparece el gusto por el pirograbado?
-Al ver unos trabajos de esmalte a fuego en cobre, una de las artesanías más bellas de México que solamente las trabajan en la capital y en Guadalajara.
¿Cuánto tiempo tardó en dominar este arte?
-Fue año y medio de aprendizaje, no sólo en pirograbado, sino también vidrio soplado y esmalte a fuego, sólo que en estos últimos son muy caros los materiales.
¿Cómo surge la idea de dedicarse al pirograbado?
-Es un gusto personal grande, se puede combinar con el dibujo y la pintura que trabajo desde 1962. Además ayuda al estrés y es muy socorrido por la gente, gusta mucho y siempre lo piden.
¿Cuánto tarda en hacer un cuadro?
-Depende, pero aproximadamente de diez a quince días, según el detallado.
Alfredo Camacho cuenta entre sus trabajos con cuadros de temas mexicanos, retratos, paisajes, indígenas, bodegones. También realiza reconocimientos en piel, nombres para escritorio, llaveros y todo lo que le piden sus clientes.
En cuanto a los precios, comenta que desafortunadamente no se paga el valor real, está muy por abajo, pero en cambio los extranjeros lo valoran más y pagan mejor.
Esta actividad llena de satisfacción a Alfredo, ya que gracias a ella le ha permitido dar estudios universitarios a sus cuatro hijos y tener lo necesario junto a su esposa Gloria.
Consideró que gracias al pirograbado y a la venta de sus trabajos, ha salido adelante ya que la pensión es mínima y los encargos de pirograbado no le faltan.
Fue invitado a participar con una exposición el próximo 18 de noviembre en los festejos de aniversario de Ciudad Lerdo, Dgo., donde presentará 17 cuadros de diferentes estilos.
Finalmente, dijo estar complacido con poder brindar algo a esta ciudad, la cual requiere de mucha ayuda y apoyo cultural.
Antecedentes...
Un artista lagunero como Alfredo Camacho ha dedicado su vida al arte, no sólo como pirógrafo, sino como un pintor destacado, el cual inició sus estudios en 1974 en el IMSS de Gómez Palacio, Dgo., con el maestro Ángel Rivas del Campo. Ahí recibió instrucción en retrato y paisaje tanto en dibujo como pintura.
En su trayectoria, ha navegado en varias corrientes y movimientos como el impresionismo, futurismo, expresionismo y su favorito el surrealismo.
Sus obras se han presentado con la exposición ?El Pecado Original? y ?Una Mirada al Subconsciente?, en Perú, Venezuela, Colombia y en varios estados mexicanos.
En su trabajo, da vuelo a la imaginación y plasma animales, objetos y estructuras de diversas formas, donde trata de dar salida al cúmulo de inquietudes y sensaciones contenidas en su mente.
Durante varios años impartió clases en la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, Dgo., es conocido por su amplia trayectoria en el ámbito artístico y cultural.