Caracas, (Notimex).- Más de la mitad de los hombres venezolanos mayores de 40 años sufre de algún grado de disfunción eréctil, por lo que Venezuela ocupa el segundo lugar mundial en el consumo de Viagra, afirmó el sexólogo Rómulo Aponte.
El experto señaló que el país consume un millón 200 mil pastillas cada año, para ubicarse en primer lugar entre las naciones latinoamericanas, aún sobre países con mayor población como Brasil y México.
Aponte, miembro de la Sociedad Internacional para la Investigación en Sexo e Impotencia (Siisi), agregó que las ventas del medicamento sidenafil en el país alcanzaron el año pasado unos 10 millones de dólares.
Sólo Arabia Saudita supera a este país en el consumo de la píldora azul, precisó Aponte, quien informó que a nivel mundial se han extendido cerca de 130 millones de prescripciones para más de 20 millones de hombres con problemas de disfunción eréctil.
El sexólogo agregó que el medicamento tiene un porcentaje de 80 por ciento en su efectividad, según los resultados de más de 120 estudios clínicos realizados a nivel mundial.
Aseguró que pese a que el Viagra ha sido utilizado con fines terapéuticos "y hasta recreativos", en la actualidad se prueba su efectividad como "un medicamento preventivo", porque la disfunción eréctil se convirtió ya en un problema de salud pública.
Al aparecer la píldora (hace cinco años) se recetaba a hombres de entre 60 y 70 años con problemas de disfunción, pero ya "se recomienda a hombres jóvenes que viven bajo fuerte estrés o tienen inadecuados hábitos de vida", destacó.
Aponte afirmó que se pueden suministrar bajas dosis de Viagra antes de dormir para ayudar a mantener erecciones nocturnas a hombres jóvenes que presentan factores de riesgo de disfunción y prevenir que puedan padecer el problema con el tiempo.
"Al reafirmar y prolongar las erecciones nocturnas hay una mayor oxigenación del pene y mayor irrigación sanguínea, con lo que podría prevenirse la disfunción eréctil", precisó el psiquiatra y sexólogo venezolano.
Indicó que los hombres menores de 60 años "sanos" deben abstenerse de utilizar la pastilla azul para fines "recreativos", pues "aunque no se ha demostrado que tenga efectos secundarios, no es recomendable que se tome la pastilla sin necesitarla".
El especialista sostuvo además que "los casos de problemas de erección en hombres jóvenes, más que un carácter orgánico, tienen que ver con problemas de ansiedad e inseguridad sexual", que necesitan más bien la atención de un sexólogo.