TORREÓN, COAH.- Las “Barras libres” en esta ciudad están prohibidas... pero sólo en el papel. La más reciente reforma al Reglamento sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas de este municipio, aprobada en la Sesión de Cabildo del 12 de marzo de 2002 y publicada en la edición del 26 de abril del mismo año del Periódico Oficial del Estado de Coahuila, contempla un agregado al artículo quinto del mismo en el cual se establece lo siguiente: “Se prohíbe a todos los establecimientos, referidos en este reglamento, que ofrezcan el servicio de “Barra libre”, la cual consiste, enunciativa y no limitativamente, en cobrar una cuota y a cambio servir bebidas alcohólicas de manera ilimitada. En general esta prohibición tiene por objeto que no se consuman bajo ningún pretexto bebidas alcohólicas en demasía”.
No obstante, algunos establecimientos siguen ofreciendo este mismo servicio pero con otros nombres. Tal es el caso de antros como Pi Kyu, Mundo Corona y VIP.
Respecto a este hecho, Carlos Romo Vázquez, síndico municipal, presidente de la Comisión de Control Reglamentario del Cabildo, dice: “El reglamento, mientras esté en vigor de la manera como está, pues es claro que la prohibición existe”. Según lo que Romo Vázquez establece, lo que actualmente se aplica en algunos lugares es que “por una cantidad determinada usted va a tener acceso a un centro nocturno y de paso, en el precio del ticket que está comprando, pues tiene usted derecho a ‘N’ bebidas y se le dan unos boletitos para eso. Ya estando usted adentro, con esos boletos va usted y pide su bebida. Aquí el concepto es que el costo de la bebida no sea por debajo de su costo comercial o que el consumo de bebida sea exagerado”.
Según el Síndico, los establecimientos que trabajan ahora bajo el concepto de ‘Todo incluido’ manejan límites en el consumo de bebidas pero ¿cómo verifica el Ayuntamiento que en realidad se esté llevando a cabo este tipo de mecanismos? “Ahí es donde entran nuestros inspectores, precisamente, que al llegar a un negocio de esta naturaleza tienen que ver la mecánica de cómo está operando ese sistema”, responde.
El reglamento se modificó precisamente ante la exigencia de un sector de la ciudadanía que considera-ba a las “Barras libres” nocivas para los jóvenes por el consumo excesivo de bebidas embriagantes y la dudosa calidad de éstas.
Pero, al parecer, hay recovecos por donde se escurren. Tal como lo explica Manuel Acuña Cepeda, titular de la Dirección de Inspección y Verificación: “de antemano, nos apegamos al reglamento, ya si ellos sortean las diferentes lagunas que puedan existir en el reglamento, es un manejo que da la gente para poder sacar su beneficio. Esto va en razón de los modos que utilizan para poder vender boletaje que implica el consumo y que, en un momento dado, no encierra lo que concierne a las “Barras libres”. Nosotros, simplemente, nos apegamos al reglamento en el ámbito de que la “Barra libre ” va en el sentido de que puedas consumir toda la bebida con un precio y, en este caso, en muchos de los eventos no es así”.
Ambos funcionarios niegan que, en lo que va de la administración de Guillermo Anaya, se haya violado el artículo 5 del mencionado reglamento.
Fiebre del viernes por la noche
Son las diez y media. Sobre la banqueta de Pi Kyu, un letrero luminoso invita a los conductores y transeúntes a una velada que se antoja más bien ajetreada. “Todo incluido” dice incitante el anuncio y en la puerta principal se informa en una vitrina que ese todo, sea lo que sea, tiene un precio de 170 pesos para los hombres y 120 para las mujeres. Si traes pase, se hace un descuento de cuarenta pesos. Al pagar, únicamente se entrega un ticket que se debe mostrar a la salida. Nada de control de bebidas y esas cosas que por ahí dicen. Una vez que sorteas la aglomeración de la entrada, las luces, la música y el olor a sudor se empiezan a apoderar de tus sentidos.
Por donde quiera, el caminar se dificulta. La mayoría de los hombres y mujeres que ocupan el espacio no superan los 25 años, aunque no faltan algunos ya treintones.
Como el rollo aquí no es nada más venir a bobear, es necesario apresurarse a conseguir una bebida, sustancia por la cual la inmensa mayoría de estos cerca de mil seres se encuentran aquí.
Se supone que con lo que pagaste en la entrada puedes ingerir lo que quieras. Claro, siempre y cuando esté a la mano de los barman. Y es que hoy, como se anunció en la entrada, es ‘Todo incluido’... antes, no más de un año, se llamaba “Barra libre”.
“Después de varias vueltas te das cuenta que la búsqueda de una mesa a estas horas es prácticamente una empresa imposible. O reservas o llegas temprano. Y el beneficio que te da estar en una mesa es uno, pero importante, vital, fundamental: el mesero te evita la molestia de pararte, aguantar los empujones, decir mil veces ‘comper, voy a pasar’, formarte y esperar a que al tipo de la barra se le ocurra atenderte”.
Pero, el “Todo incluido” empieza a despedir un tufillo como de fraude cuando te das cuenta que para poder tener una cerveza, o cualquier otra bebida, en tu mano hay que ‘mocharse’ con una feria, ya sea para el buen mozo que te atiende hasta tu table, o aún aplastado en el borde de la barra con quince insultos en tus oídos y el brazo adolorido de tanto tenerlo levantado para que el barman se digne hacerte caso. Si eres chava, ya fregaste... o casi, lo único que tienes que hacer es agradarle al que surte de combustible a todo este despapaye.
Cinco, diez, quince pesos —si eres muy espléndido hasta 20— hay que estar soltando de ratitos para no tener los dedos sueltos, sin vaso o botella sosteniendo.
Las mezclas de los Dj’s no son para clavarse, ni mucho menos contienen lo más novedoso. Unas cuantas rolas nuevas y otras tantas viejas pero remixeadas acompañan los brincos y movimientos de caderas, piernas y hombros de los que se han animado a bajar a la pista. Desde arriba, lo único que distingues son las cabezas de un lado para otro. Lo demás es mera suposición.
Conforme avanza la noche, el ambiente es cada vez más denso... y divertido. Las poses de los casanovas posmodernos, de todos colores y sabores, se vuelven casi de portada de revista. No se diga de las chicas.
Las gesticulaciones, el intercambio de miradas, las insinuaciones, el arrime, los tocamientos son movidos e impulsados por el agente deshinibidor que trago a trago entra por tu frágil pero estimado cuerpecito. El motor de este “Todo incluido”, antes barra libre, es el alcohol.
Se acabaron los cigarros. Treinta lanas más (pesos). Ya van... como 270. Ya ni sabes bien cuánto haz desembolsado y para lo que te importa, ya mañana lo asumirás como parte del paquete de la cruda.
Pero, para que no digas... una voz inunda todo el recinto al grito de “¡a la chava que baile mejor desde su mesa le llevaremos una botella de whiskey... échenle la luz!”. Y al instante, las mesas y las sillas se convierten en pequeñas pistas de baile. Quién sabe a dónde fue a parar el supuesto Buchanan’s
Y, para que no sigas diciendo... un hombre con un disfraz grotesco de mujer aparece desde una especie de tarima con dos botellas transparentes en sus manos sirviendo quién sabe qué al primer incauto que abre la bocota. Un joven ingiere y pone cara de terrorista prófugo de la “justicia infinita” de los gringos.
Es hora de ir al baño. Como era de preveerse, está atestado. No hay un sólo mingitorio solo. Te vas a los escusados porque observas que una de las puertas está abierta. Ingenuamente entras ante la mirada de desconcierto de los otros. Cierras la puerta y cuando volteas, el olor es fulminante pero difícil, muy difícil de precisar. Sin mirar, prefieres salir y esperar.
Después de lavarte las manos, un cuate te da el papel para secarte a cambio de unas monedas. Aunque no es de a fuercitas, es recomendable hacerlo.
Al salir del baño, tremendo susto el que te metes cuando, enfrente de ti, un mesero deja caer su charola cediendo al embate incesante de los empujones.
“Ya estás araña”. “Mejor te vas antes de que otra cosa suceda y termines por dejar todo tu dinero en este ‘Todo incluido’, antes conocido como ‘barra libre’.
Y la fiesta ¿no termina?... consecuencias
Una vez saliendo del antro, la aventura puede continuar... pero, a veces, ya no es tan divertida. La mayoría acude a estos lugares en automóvil. A los que les va bien, llegan hasta su casa y se meten a su cama a dormir y esperar la resaca del día siguiente. A otros, les toca la mala suerte de que los agarre una de las ocho patrullas de Vialidad y Tránsito para que sean consignados por conducir en estado de ebriedad, en caso de que ya no traigan dinero para la mordida.
Según datos proporcionados por Jorge Jiménez Favela, jefe del Departamento de Tránsito y Vialidad, del jueves primero al martes seis de mayo, fueron consignados 33 conductores ebrios. En lo que va del año, hasta el seis de mayo ha habido alrededor de 534 consignaciones de personas que conducían en estado de ebriedad. Es decir, un promedio de cuatro por día.
En los negocios que manejan los conceptos de “Barra libre” o “Todo incluido ” el consumo de alcohol es mayor, por lo que las probabilidades de que conductores ebrios ocasionen accidentes también son mayores”, comenta Jiménez Favela.
Pero, otros clientes de este tipo de antros, concluyen su noche en forma trágica con un choque o atropellamiento.
De acuerdo a lo que informa Javier Morón Hernández, jefe del Departamento de Peritos, del primero al ocho de mayo ocurrieron 124 accidentes, de los cuales 15 fueron ocasionados por conductores ebrios, es decir, el 12 por ciento.
En lo que va del año se han presentado 223 accidentes relacionados con conductores en estado de ebriedad. 12 por ciento del total de siniestros y casi dos por día.
Pero también están los que fueron a parar al hospital por el exceso de alcohol corriendo en sus venas. El viernes dos y el sábado tres de mayo fueron atendidas en la Cruz Roja 35 personas, entre hombres y mujeres, en estado grave de alcoholización, según lo que Héctor Carlos López, director médico de ese hospital, señala.
Además, fueron atendidas 13 personas que sufrieron algún accidente provocado por el consumo excesivo de alcohol.
No en poco contribuyen a incrementar estas cifras las Barras Libres, ahora conocidas como “Todo incluido”. Mientras, las autoridades municipales pueden seguir creyendo que las barras libres en esta ciudad están prohibidas... en el papel.
Colaboración
Para coordinarse en los operativos realizados para evitar que se viole el reglamento de venta de bebidas embriagantes en lo que concierne a las “Barras libres”, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón, comenta que esta dependencia “está a disposición de Control Reglamentario (Inspección y Verificación), al cual pertenece el departamento de alcoholes, para que en el momento que nos soliciten a nosotros la colaboración y el apoyo, dársela”. No obstante, señala que “a nosotros, lógicamente, nos separan totalmente los reglamentos municipales para poder actuar directamente... estamos completamente fuera de esta situación”.
Y reitera que “vamos, pues (a los operativos), para estar detrás de ellos como respaldo, nada más”.
Sobre las acciones del departamento de Vialidad y Tránsito para evitar que jóvenes que salen de los lugares en donde existe la “Barra libre”, o el “Todo incluido”, como ahora se le llama, manejen en estado de ebriedad o con alcohol en la mano, Gutiérrez Pesquera afirma, “tenemos, en los principales lugares, en este caso llámese Pi Kyu, Mundo Corona, una patrulla afuera, con un objeto principal: que no salgan bebidas”.
El director de Seguridad Pública también asegura que “en Pi Kyu y en otros lugares, ya a las dos de la mañana, se hacen operativos muy especiales en que se les pide a las personas y se les recuerda que no pueden manejar en estado de ebriedad o con fuerte aliento alcohólico. Ahí hay elementos de Vialidad y de Policía. Policía, obviamente, para darle respaldo a Vialidad”.
Multas
Lo que debería proceder en caso de que un establecimiento viole el reglamento de alcoholes:
-Se le hace la recomendación.
-Se levanta un acta.
-Se pasa ésta a la situación del trámite que pueda concernir a lo que es el ámbito jurídico dependiendo del tipo de irregularidad que presente.
-Se cobra una multa y/o se le pide que ya no haga ese tipo de actividad.
¿Si hay reincidencia?
-Pasa al área jurídica y puede ser clausurado el negocio.
FUENTE: Manuel Acuña Cepeda, titular de la Dirección de Inspección y Verificación
Reforma Reciente
La más reciente reforma al Reglamento sobre Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas de Torreón contempla un agregado al artículo quinto del mismo en el cual se establece que:
-“Se prohíbe a todos los establecimientos, referidos en este reglamento, que ofrezcan el servicio de barra libre, la cual consiste, enunciativa y no limitativamente, en cobrar una cuota y a cambio servir bebidas alcohólicas de manera ilimitada. En general esta prohibición tiene por objeto que no se consuman bajo ningún pretexto bebidas alcohólicas en demasía”.
FUENTE: Periódico Oficial del Estado de Coahuila del 26 de abril de 2002