Salamanca, Gto.- El diestro mexicano David Silveti fue encontrado muerto ayer en su domicilio de la ciudad de Salamanca, Guanajuato, con una larga carrera de éxitos por diferentes ruedos de México y del extranjero.
El experimentado matador de toros, que según las primeras versiones, se quitó la vida de un balazo en la cabeza, se había retirado de manera definitiva de la actividad taurina hace varios meses, informó su apoderado José Antonio Ramírez, “El Capitán”, quien sin embargo no dio mayores detalles. David Silveti, quien contaba con 48 años de edad, sufrió más de 40 cirugías, 14 en las rodillas, y muchos años en rehabilitación en diferentes hospitales; nació el tres de octubre de 1955 en la Ciudad de México, y es hijo del matador en retiro Juan Silveti “El Tigre”.
Habla 'el Tigre'
Juan Silveti comentó que el deseo de torear de su hijo y un impedimento físico que sufría lo pudieron haber llevado a tomar la decisión de quitarse la vida. El padre de David Silveti, afirmó sentirse muy mal y comentó que momentos antes de la la muerte de su hijo conversó con él, le dijo que iba meditar un rato a su cuarto, cuando momentos después se escuchó un disparo.
Antes de su muerte, David comentó en familia que el doctor le había informado sobre un mal de la columna, le recomendó no hacer tanto ejercicio y descansar un poco.
Su padre comentó que el deseo de torear de su hijo y el impedimento físico que sufría lo pudieron haber llevado a tomar la decisión de quitarse la vida.
Juan Silveti también señaló que su hijo se encontraba en esos momentos estable en sus negocios y añadió que sentimentalmente David estaba muy bien con su familia, sus hermanos, su esposa y sus cinco hijos.
Su padre aclaró que en los últimos días nadie lo había visto deprimido.
A Silveti le sobreviven, cinco hijos, Diego de 18 años, Eduardo de 16, Sebastián de 13, y dos gemelas de 12.
Finalmente, Juan Silveti informó que todos los servicios funerarios se van a llevar a cabo en Salamanca, Guanajuato.
Consternado José Manuel Espinosa
El representante de toreros, José Manuel Espinosa, mostró ayer gran consternación por la muerte del diestro mexicano David Silveti, acaecida en su domicilio en la ciudad de Salamanca, Guanajuato.
Espinosa, apoderado de Miguel Espinosa “Armillita”, Eulalio López “El Zotoluco” y Alfredo Gutiérrez entre otros, en sus primeras palabras dio muestra de enorme pena por la trágica noticia.
Amigo entrañable desde la infancia del afamado torero, José Manuel Espinosa dijo desconocer los reales motivos de la muerte de “Rey” David, como fue conocido Silveti en los ruedos.
“Estoy impactado, es algo brutal, hasta ahora se desconoce con exactitud todo lo que ha sucedido, aunque todos los que estábamos cerca de él sabíamos que sufría fuertes depresiones a consecuencia de su carácter maniaco depresivo”, dijo Espinosa con voz entrecortada.
Mencionó que lo único que sabe es que el matador en retiro Juan Silveti, padre de David, lo encontró muerto, luego que escuchó el disparo por arma de fuego. José Manuel Espinoza recordó los gratos momentos que vivieron las familias Silveti y Espinosa, esta última de la cual se desprenden los matadores de toros Fermín padre, hijo y Miguel, todos de la dinastía de los “Armilla”.
“Hemos sido grandes amigos de toda la vida. El mundo taurino no sólo ha perdido a un gran torero, perteneciente a una de las más grandes dinastías, sino a una muy buena persona”, declaró el apoderado. Según la familia Silveti, los restos del famoso torero serán velados en la ciudad de Salamanca, Guanajuato, en donde residía desde hace varios años.
Termina parte de la “Época Dorada”
Con la muerte de David Silveti se terminó una parte de la época dorada del toreo mexicano, luego que en su paso por los ruedos el diestro dejó constancia de profesionalismo y gran amor hacia esta profesión, consideró el ganadero Javier Sordo.
Para el ganadero de Xajay, David Silveti se consolidó como la figura taurina más importante del toreo nacional de los últimos años, de ahí que el hueco que dejó será muy difícil de rellenar.
“Primero que nada, para mí David Silveti se consolidó como la figura más importante de los últimos tiempos, además de ser un amigo muy querido y entrañable al que quise mucho y con él conviví una gran parte de mi vida, es una terrible pérdida”, afirmó.
Dijo que ayer por la mañana José Antonio Ramírez “El Capitán” le llamó para darle la desagradable noticia, en la que le confirmó que Silveti se había quitado la vida de un disparo de arma de fuego en la cabeza en la ciudad de Salamanca, Guanajuato, donde residía.
“Francamente estoy muy consternado, mañana (hoy) viajaré a Salamanca para estar con la familia Silveti, con Don Juan, Alejandro y Laura, su mujer, y sus hijos, que son amigos de toda la vida, me da mucha pena y me siento terriblemente triste”, agregó.
Recordó a David Silveti como un torero en toda la extensión de la palabra, y quien a pesar de sus limitaciones físicas logró una carrera llena de éxitos, tanto dentro como fuera de los ruedos.
“Fue una persona exitosa y muy profesional, enamorado de la fiesta brava y debido a sus problemas físicos tuvo que retirarse de lo que más quería, de ahí que entró en una depresión muy fuerte que tal vez influyó para que tomara esta terrible decisión”, abundó.
Confió en que el mundo taurino se volcará hacia la familia Silveti para tratar de ayudarla a disminuir este gran dolor que sienten y demostrarle todo el respeto y la admiración hacia el afamado torero.
Tras recordar con agrado y emoción que David Silveti fue el primero en brindarle un toro dentro de una plaza, Javier Sordo agregó que el mundo taurino tendrá siempre la imagen del llamado “Rey” David dentro del ruedo en donde siempre prodigó calidad y señorío.
La faena de su vida
David Silveti, quien falleció ayer, nació en la ciudad de México, el tres de octubre de 1955, proveniente de una familia taurina, era hijo del gran torero Juan Silveti, y hermano del también torero Alejandro Silveti. David comenzó a torear becerros desde los 12 años.
Tomó la alternativa el 20 de noviembre de 1977, en la plaza Revolución de Guanajuato, teniendo como padrino a Curro Rivera y como testigo a Manolo Arruza.
Su confirmación como matador de toros la tuvo en la Plaza México el siete de enero de 1979 teniendo como padrino a Manolo Martínez y como testigo a Eloy Cavazos. Los toros fueron de Mimiahuapan (esa tarde sufrió una fractura de rodilla, con graves consecuencias).
Silveti tuvo una confirmación en Las Ventas de Madrid el 24 de mayo de 1987, de manos de Limeño II y como testigo Tomás Campuzano con reses de San Mateo.
David ha sido el único torero mexicano que ha confirmado su alternativa en España con toros mexicanos.
Hasta la temporada 1996-1997 había toreado un total de 438 corridas de toros (ocho en España), cortando 427 orejas y 18 rabos.
A Silveti le sobreviven cinco hijos, Diego, de 18 años; Eduardo de, 16; Sebastián, de 13, y dos gemelas, de 12.