AÑORANZA
Tú eres mi sol, mi luz
y mi alegría, y cuando tú no
estás,
me siento con el alma tan
vacía,
que ya no puedo más.
Las cosas más pequeñas
cotidianas,
pierden su dimensión,
me levanto muy triste en las
mañanas
sin fe y sin ilusión.
Cierto es, que tú fuiste el
culpable
me empujaste a partir,
hoy la vida no me resulta
amable
no ceso de sufrir.