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MÉXICO, DF.- En medio de pobres resultados de la Selección Nacional de futbol de México, principal deporte del país, las ansias de gloria de los mexicanos están ahora en las piernas de la velocista Ana Guevara, gran favorita en 400 metros planos para los próximos Juegos Panamericanos.
Como ninguna otra atleta antes, esta alta y delgada mujer, de rostro enjuto y expresión seria, se ha convertido en el ídolo que vitorean grandes y pequeños y explotan varias marcas comerciales, desde ropa deportiva como Nike, prendas íntimas, bebidas hidratantes y hasta el gigante de telefonía Telmex.
Tras haber ganado la medalla de oro en la anterior edición de los Juegos Panamericanos, en Winnipeg, Guevara entró quinta en la prueba de 400 metros de la Olimpiada de Sydney 2000, que ganó la australiana Cathy Freeman.
Luego de esta decepción, la atleta comenzó un lento pero firme ascenso y desde el 2001 lleva 20 carreras ganadas, incluidas la Liga Dorada de Atletismo en el 2002, el Grand Prix de México y el Clásico Prefontaine en Estados Unidos.
En esta última carrera, disputada el 25 de mayo, Guevara impuso la mejor marca mundial del año en los 400 metros planos de 49,34 segundos y derrotó así a Freeman, ganadora del oro en Sydney que no pasa por un buen momento y anunció su retiro.
Guevara, de 26 años, tiene razones para sentirse confiada para los Juegos Panamericanos que comienzan el uno de agosto en Santo Domingo aunque su mira, como la de otros atletas, está puesta en el Mundial de Atletismo a disputarse en Francia también en agosto y en la Olimpiada de Atenas 2004.
"Actualmente nos encontramos en el mejor momento desde el 2001", dijo una segura Guevara en su página de Internet.
"En esta temporada 2003 el evento a conseguir sin duda es el Campeonato del Mundo en París, teniendo como antesala los Juegos Panamericanos de Santo Domingo", agregó.
Desde ahora hasta el año próximo, los mexicanos esperan ver a su gacela haciendo su característico gesto de triunfo de besarse el bícep derecho cuando atraviesa la meta y su adusta cara que se ilumina con una sonrisa.
"Ella es la mejor, no hay nadie que la detenga. El futbol ya no nos da alegría, pero por lo menos tenemos esa esperanza", dijo Manuel López, de 50 años, mientras atendía su tienda en la capital mexicana.
VELOCISTA DE CASUALIDAD
Ana Guevara llegó a ser velocista de casualidad, debido a que por límite de edad ya no podía continuar siendo la destacada jugadora de baloncesto del estado de Sonora, donde nació, ubicado entre la frontera de México con Estados Unidos.
En sus primeras actuaciones como velocista, hace unos seis años, se pintó el pelo de verde y las uñas de colores fluorescentes, en parte para llamar la atención y en parte por cábala.
Ahora ya no lo necesita, porque donde quiera que va la gente se arremolina a su alrededor y, mientras entrena, atletas principiantes no pierden oportunidad de acercársele o sacarse fotos con ella.
"El fenómeno deportivo de Ana Gabriela es algo que le hacía falta al pueblo de México, que estaba ávido de ídolos", dijo recientemente a una revista Mauricio García de la Vega, director general de Iconstar, firma que se encarga de vincular deportistas con los patrocinadores.
"Ana rompió el límite de que no podíamos ser número uno en algo. Ese icono nos identifica a todos, nos llena de orgullo", agregó.
Actualmente, Ana Guevara está dando los toques finales a su entrenamiento en la ciudad de Puebla, al este de la capital.
