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MÉXICO, DF.- La muerte de Guillermo González Calderoni no es muy sorprendente tomando en cuenta los antecedentes del excomandante de la Policía Judicial Federal, pero ahora lo fundamental es saber a quién beneficia este crimen, señaló ayer Ana María Salazar.
En entrevista, la exsubsecretaria Adjunta de Defensa para Política y Apoyo Antidrogas del Departamento de Defensa de Estados Unidos consideró que lo fundamental es tratar de averiguar por qué el asesinato ocurre ahora, cuando ya han pasado varios años de los hechos que lo llevaron a su reclusión y exilio.
Salazar es egresada de las universidades de Harvard y de California en Berkeley, asesoró en materia de narcotráfico al gobierno de Bill Clinton y es autora del libro "Seguridad Nacional: Reto para las Democracias".
Lo importante, dijo, es saber "qué intereses se están escondiendo o beneficiando con la muerte de esta persona, aunque ya murió quedan más interrogantes por responder".
González Calderoni fue asesinado este miércoles de un balazo en la cabeza por un desconocido en la ciudad de McAllen, Texas.
En una evaluación de lo que ha ocurrido en el panorama del narcotráfico en México, Salazar señaló que en diez años se ha fortalecido la lucha contra el narcotráfico.
En México, detalló, puede decirse que los niveles de corrupción también se han reducido, "en este momento no me puedo imaginar una situación a la vivida en tiempos de González Calderoni, y me respaldan los números de arrestos de capos del narcotráfico que son capos, que no son sólo subalternos".
Precisó que si bien la corrupción en las autoridades persiste, los esfuerzos que se han hecho en los últimos diez años están empezando a permitir que haya un mejor control del tráfico de drogas.
A nivel más amplio, dijo, que en esta última década, el negocio del narcotráfico ha cambiado dramáticamente, porque ha cambiado desde su fundamento y ejemplifica con Colombia.
"Vemos un cambio fundamental por el tráfico de drogas, ahora tenemos una narcoguerrilla que son los que están moviendo el narcotráfico en Colombia, y narco-paramilitares".
Salazar indica que estos dos grupos que se enfrentan en el país caribeño son grupos que están poniendo en jaque casi la misma existencia del Estado colombiano y ha resultado en secuestros, muertes y ataques a poblaciones con un impacto desorbitante, "casi inimaginable para los que vivimos en México".