Roma, Italia.- La actriz estadounidense Meg Ryan, de 41 años, ha aceptado desnudarse ante la cámara en In the Cut, filme cargado de violencia y sexo que supone un vuelco a sus habituales papeles de protagonista de comedias románticas.
“No me considero una actriz cómica, por eso creo que debo interpretar papeles dramáticos en esta etapa de mi vida”, asegura la artista en una entrevista con el periódico romano de La Reppublica.
“Un actor trabaja con su cuerpo y, si tienes miedo de enseñarlo y usarlo, es mejor que te dediques a otra cosa”, asegura sobre la película, dirigida por Jane Campion, quien obtuvo un gran éxito internacional hace diez años con The Piano.
La intérprete, que ha intervenido en filmes como Sleepless in Seattle (1993), junto a Tom Hanks, y French Kiss (1995), insiste que a su edad “necesitaba un cambio radical en los papeles que interpreto”.
La actriz estadounidense, gracias a su encanto, entre pícaro e ingenuo, se ha convertido en “reina de las comedias románticas”, varias de ellas en pareja con Hanks.
Ryan, una de las actrices mejor pagadas de Hollywood y de las pocas que pueden elegir sus papeles, asegura al rotativo italiano que las escenas de sexo no las ha hecho para lograr la aprobación de nadie, sino “por mí misma, para superar mis propias inhibiciones”.
Sobre el largometraje, que se presentará al público el próximo septiembre, Ryan explica que “las escenas son muy fuertes e intensas, así que será el público quien decidirá si puedo ser creíble o no como objeto de deseo”.
Respecto a su vida amorosa, Ryan es contundente y tras la separación de su esposo Dennis Quaid en 2000, asegura que su hijo de once años, fruto de la relación con el actor, es lo más importante y que no tiene intención de meter un hombre en su vida durante una temporada.
