¿Cómo podría concebirse una buena salsa sin la presencia del tomate... o jitomate como le llaman en algunas partes del país?
Tomate es una palabra de origen náhuatl: Tomatl y ahí donde lo ven, como que no quiebra un plato, el vocablo tomate ha generado infinidad de polémicas y ha llegado a provocar que más de un académico sienta el deseo de agarrarse a tomatazos con alguno de sus colegas para arreglar sus diferencias con referencia al tomate y sus similares. (1) Para nosotros, en el norte del país, el tomate es el rojo, el que se define académicamente como el fruto de la tomatera y que es del tamaño de una manzana.
El tomatillo verde que trae una cubierta delgadita, para nosotros los norteños es el “tomate de fresadilla”. Pero en otras regiones del país, empezando por la capital, lo que para los del norte es tomate, para ellos es jitomate que en sus raíces náhuatl viene siendo “tomate de ombligo”. En nuestra lengua aborigen xitli es ombligo y tomatl es el tomate propiamente dicho.
Lo curioso es que si examina uno al tomatillo verde se da cuenta que aunque es más pequeño, es igual al otro, al tomate rojo, por lo menos en lo que respecta a la forma y a que también tiene ombligo. Entonces si al rojo se le llama jitomate porque tiene ombligo y el verde también lo tiene ¿en dónde está la diferencia? Pues en el color o en el tamaño, pero no en el ombligo.
Ahora permítame alejarme de los tomates y los tomatillos para citar otras palabras que llaman la atención por su etimología: El páncreas, por ejemplo que es una glándula blanda y carnosa. Las raíces de su nombre pueden traducirse como todo carne…(2)
El adjetivo oportuno se aplica a algo que es favorable para determinado propósito. Etimológicamente significa “viento que sopla hacia el puerto”. Es decir, que lo oportuno es algo que nos conduce con certeza a la realización de un objetivo.
Jinete es un nombre de origen árabe. Se le llama así por un pueblo bereber: los cenetes que eran muy buenos para eso de montar a caballo. El nombre de cenetes proviene de Zanatah que era el lugar en el que vivían ellos, los cenetes.
El nombre del melón también tiene un origen muy curioso porque proviene de melopepón que literalmente significa manzana calabaza y en realidad vemos que si acaso se parece un poco a ciertas calabazas, definitivamente de manzana no tiene nada.
Hay palabras a las que difícilmente vemos la relación con sus raíces, hasta que le escarbamos un poquito como el caso de los cálculos. ¿Por qué se les llama cálculos a las piedras que aparecen de pronto en el riñón o la vejiga causando dolores terribles al paciente. Lo que pasa es que calculus en latín es una piedrita y los pueblos antiguos usaban para contar un primitivo ábaco hecho con piedritas. Por eso se quedó el verbo calcular para hacer operaciones matemáticas, porque nuestros antecesores lo hacían ayudándose precisamente con piedritas.
Por si las dudas
1. Similares: Los similares del tomate, no de los colegas.
2. Páncreas: Deriva del griego pantodo y kreascarne.
Pregunta: ¿Por qué a la Gran Bretaña se le llama “la Rubia Albión”?, Juan Borja. Torreón.
Respuesta: No se sabe con claridad. Se supone que su origen –el origen de la palabra Albión- es griego, en donde el prefijo alb indica altitud. En ese caso tiene el mismo origen el nombre de Los Alpes y el de Albania.
Frase loca... de remate
“El amor hace que sin darnos cuenta se nos pase el tiempo. El tiempo hace que, sin darnos cuenta se nos pase el amor…”. Total que la frustración es inevitable. ¡Hasta mañana!
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