En los conjuntos musicales, era clásico encontrar el tololoche, con su sonido grave y retumbante, sólo que ahora ya está en vías de extinción, sustituido por los instrumentos eléctricos que ofrecen muchas y muy diversas opciones.
El tololoche era el contrabajo dizque porque el moverlo se hacía “con trabajo”, incluso se decía popularmente que era más fácil tocarlo que cargarlo.
En realidad su nombre no era el con-trabajo sino el contra-bajo que, utilizando un vocablo náhuatl, nosotros llamamos también el tololoche, palabra que en la lengua azteca se supone que surge de tolontik que viene siendo “cosa redonda”.
Hay muchas palabras en nuestro vocabulario cotidiano que son de origen náhuatl (o nahoa). Por ejemplo:
Apuscaguado. Te veo medio apuscaguado, le dices a un amigo que trae la cara de aspecto enfermizo. (1) Se supone que este adjetivo viene de pushkahua que en náhuatl es mohoso. Se aplica también a bultos, envoltorios o paquetes mal hechos. (2)
Chaparro.- El tipo bajo de estatura que los argentinos llaman petiso, nosotros lo llamamos chaparro y la palabra chaparro se supone que nace del nahoa tsapetl que quiere decir enano. (3)
Escuincle.- Viene del nahoa itscuintli que se refiere a cierto animal parecido al perro que los antiguos aborígenes cebaban para merendárselo. Luego pasó a ser un perro flaco y de mal aspecto. Así se les llama ahora a los niños en algunas regiones del país, aludiendo a su flacura y en un tono algo despectivo.
Huapango.- Viene del náhuatl kua pan ko que se refiere a kuahuitl que es madera. El huapango es un baile popular y se llama así porque es una especie de zapateado que se debe bailar sobre un entarimado de madera.
Huasteca.- Su raíz nahoa es uashtekatl que es un adjetivo que se aplicaba a una familia étnica que ha habitado, desde tiempos precoloniales gran parte de las comarcas que bordean por ambos lados el Río Pánuco y sus principales afluentes en los Estados de Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo. El nombre se aplica luego a los territorios a la lengua y a la historia de estos grupos.
Huipil.- El huipil que en nahoa es huipili era una especie de camisa de muy variados estilos que usaban las indígenas y mestizas en muchas regiones de México… De ahí que se le cante a la llorona “hermoso huipil llevabas, llorona que la virgen te creí…”.
Por si las dudas
1. En la “depre”. A veces también se usa en forma similar el vocablo “apachurrado” que se aplica cuando anda uno “que no lo calienta ni el sol”.
2. No tan mal. O sea que la señora que le dice al esposo que parece chicloso mal envuelto, no anda “chispeando” tan fuera de la olla.
3. Pareja. Incluso el chaparro suele cantarle a su chaparra pareja: “Adiós mi chaparrita, no me hagas ningún pancho… etc.”.
Pregunta: Hace un tiempo he estado viendo en los periódicos un signo que no entiendo. Son tres puntos entre paréntesis (...) No sé si usted me pueda sacar de la duda. Anónimo.
Respuesta: En el inciso 5.5.5 del Manual de Ortografía de la Real Academia Española dice: “se escriben tres puntos dentro de paréntesis, cuando al transcribir literalmente un texto, se omite parte de él. Por ejemplo Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui Don Quijote de la Mancha y soy agora (...) Alonso Quijano el Bueno”.
Frase loca... de remate
Era tan bruto que cuando le preguntaron el Principio de Arquímedes contestó: La A.
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