Johan Rodríguez afirma que ha aprendido mucho de los laguneros
TORREÓN, COAH.- “Ni tan diablo, ni tan santo”, así se definió Johan Rodríguez, uno de los jugadores con mayor estancia en las filas del Club Santos Laguna y quien ha logrado identificarse plenamente con los colores de la institución albiverde.
Caracterizado como uno de los elementos más rentables en la escuadra lagunera, ocupó en forma permanente un sitio en la alineación titular, sin embargo, hoy en día se encuentra en la banca, en busca de recuperar su nivel futbolístico y su sitio en la oncena titular.
La polémica en torno a su situación no se ha dejado esperar, y los comentarios sobre su baja de juego y el estar ahora en la banca han generado rumores en torno a su estancia en el grupo y el propio club albiverde.
Al respecto, Johan Rodríguez da la cara, y afirma que el estar ahora en la banca se debe a una baja de juego, una situación que a cualquier futbolista le puede ocurrir en su carrera, sin que ello signifique tener problemas extrafutbolísticos.
Cuestionado en el sentido de que él junto con Jared Borgetti y Héctor Altamirano son señalados como líderes del grupo y muchas veces como “grillos”, al manejar a sus compañeros según conviene, el jugador rió y afirmó que en ningún momento se han dado ese tipo de situaciones entre los jugadores del equipo, y agregó que tal vez los señalamientos se dan por ser ellos quienes más tiempo tienen en el club y que más se han destacado por autocriticarse, señalar situaciones, encarar alguna vez a un sector del público.
“Aquí no hay ‘grillos’, a ningún jugador le conviene ese tipo de situaciones, finalmente quien incurre en esa actitud es el más perjudicado, porque tarde o temprano sale del equipo y es difícil que pueda ser contratado por otro club debido a la fama de mal elemento; es además un mal ejemplo para los jóvenes que vienen en busca de un lugar en el primer equipo.
Hay cosas de ese tipo que no pasan por mi mente, y estoy seguro que tampoco por la de Jared o ‘Pity’, puede dar la impresión de que así es, pero no hay nada de eso. Somos un equipo que siempre se ha manifestado muy fuerte, donde llegado el momento nos decimos las cosas de frente, cuando tenemos que decirnos un recordatorio, lo hacemos, y cuando hay que reír lo hacemos juntos”.
¿Reventado?, para nada
“Soy una persona que me preocupo demasiado por mi imagen y hace mucho tiempo que dejé de salir por la noche aquí en Torreón; no soy un santo, pero tampoco un diablo. Como a cualquier persona me gusta divertirme, pero juro que jamás he estado en un antro o prostíbulo; desde luego que ir a la disco me gusta, pero casi nunca tengo tiempo; jugamos los fines de semana y los días cercanos al partido estamos concentrados, por lo que debemos cuidarnos, más cuando vamos a estar como titulares”.
Afirmó el futbolista, que al estar casado tiene a su lado a una persona que lo cuida, casi como si fuera su mamá, y de hecho, es una actitud que agradece a su esposa, quien de algún modo lo trae corto en cuanto a la forma de cuidarse.
“Sería imposible que no saliera a divertirme con mi esposa, finalmente es también una responsabilidad como pareja, pero eso ocurre cuando hay el tiempo para ello, sin descuidar la preparación y el descanso”.
Destacó que muchas veces la gente invade la privacidad de un futbolista, el cual finalmente es una persona como cualquier otra, con familia y vida propia. “Algunas veces se han metido conmigo en restaurantes o centros comerciales, lo cual desde luego no tengo por qué soportar, de alguna forma se ofende a mi familia, por ello he tenido que levantar la voz. En el estadio o en las prácticas, donde mi papel es el de futbolista, la gente puede gritarme, pero no en mi espacio como persona, ahí creo que merezco todo el respeto”.
Difícil calentar la banca
El mediocampista de origen regiomontano, aceptó lo difícil que resulta estar en la banca, ya que desde la llegada a la organización santista, ocurrida hace más de cuatro años, se había caracterizado por ser parte de la escuadra titular.
“Sé que en algunas ocasiones no he jugado en mi mejor nivel, pero tampoco había sido un desastre como para estar en la banca.
Cuando juega mal el equipo es raro que uno aparezca como el mejor del conjunto, y cuando se juega bien, también es raro que uno se vea mal. El torneo pasado no había sido precisamente mi mejor torneo y en éste no tuve un buen inicio, sino a partir de la tercera fecha, cuando agarré la titularidad y ya no la solté, hasta hace dos juegos en que he estado en la banca.
Estoy tranquilo, sé que he hecho mi mejor esfuerzo por ayudar a mis compañeros y mi equipo. Puedo ver de frente a mi cuerpo técnico, a mis compañeros y a mi esposa, siempre con la cara en alto”.
Me gusta la exigencia del público
Al hablar del partido ante el Pachuca, jugado el domingo 26 de octubre en la cancha del Corona, donde los aficionados se metieron fuerte con él por vez primera desde su llegada al equipo lagunero, el futbolista dijo: “Es normal, uno los tiene acostumbrados a jugar con determinado nivel y calidad, como les gusta. Ese día perdimos el partido, pero la realidad es que si hubiéramos ganado no hubiera pasado nada; la gente en Torreón es algo rara.
En lo personal me gusta que la gente se meta con uno, ellos saben de la capacidad que tenemos porque lo hemos demostrado en la cancha, y no por esa razón voy a bajar los brazos o dejar de jugar al futbol”.
Destacó Rodríguez que la gente por lo general se acuerda de lo malo, pero no en la misma medida de lo bueno, y afirmó que él en lo personal procura tomar positivamente las críticas y los chiflidos que hay en la tribuna, señal de que algo está mal y de que se puede mejorar, más por saber lo que se ha logrado con este equipo, como el campeonato, el subcampeonato y haber logrado cosas que antes no se habían conseguido.
“Hay desde luego gente mala leche, que únicamente va al estadio a molestar, siempre está inconforme con lo que hace el equipo o un determinado jugador, busca cualquier pretexto para insultar o desprestigiar. Por fortuna también existen aficionados conocedores, que saben apreciar lo que se hace en la cancha y que entienden determinadas jugadas, y por consecuencia apoyan incondicionalmente, son gustosos y apasionados del futbol, disfrutan realmente de un partido”.
Dejó en claro el mediocampista, que en términos generales, la afición lagunera tiene muchas más cosas buenas que negativas, y que el simple hecho de salir a la cancha del Corona y ver a la gente cantar, brincar y apoyar a su equipo, es algo que al jugador le da vida y fortaleza para partirse el alma por su equipo.
Feliz en el Santos y en la ciudad
“Estoy realmente feliz en el equipo y esta ciudad, lo he platicado muchas veces con mis compañeros y mi esposa. En los casi cinco años que tengo aquí he aprendido mucho de la propia ciudad, de su gente, de la afición, de los periodistas, de mis compañeros y en sí de todo lo que he encontrado.
Estar en Torreón ha marcado mi vida para bien, estoy agradecido por todo lo que he vivido y desde luego que me gustaría continuar aquí, incluso, hace tres años construí mi propia casa, la cual disfruto cada momento”.
Reconoció que cuando las cosas por alguna causa no salen bien para un jugador, son normales los rumores en el sentido de que no se encuentra a gusto en el equipo y la ciudad, o bien, de que ya cumplió su ciclo y debe irse a otro club.
Aseguró que no es su situación, aunque deberá esperar a diciembre, cuando termine su contrato, para saber si cambia de equipo o se queda en Santos para tomar su segundo aire a tope, ya que al momento considera que juega al ochenta por ciento de su capacidad.
“Por mí, firmo hasta por tres años más con el club, pero no depende sólo de mí, esto es de resultados y de que el técnico y directiva requieran de mis servicios en el futuro, así como de otros factores, por ahora sólo hay que trabajar y esperar”.
Fácil llevar una vida en pareja
“La vida en pareja es fácil, cuando se tiene firme la idea de que vas a estar con alguien y estás decidido a llevar la vida que has elegido, la relación es bonita y la adaptación es fácil. A mí en lo personal no me ha costado trabajo, siempre fui muy hogareño, he hecho las cosas que debo en su respectivo momento; sé que vendrán otras etapas en mi vida, quizá pronto me llegue la de ser papá y espero disfrutarla”.
Para el jugador, la confianza es la base del éxito de cualquier relación de pareja, y afirma que en la actualidad es mucho más difícil que se dé ese factor, más si se aplica a la vida de un jugador de futbol, ya que generalmente se asocia la fama, el dinero, las mujeres y los constantes viajes.
“Entre mi esposa y yo existe mucha confianza, además de que procuramos no caer en la rutina, compartimos muchas cosas y buscamos siempre el divertirnos, disfrutar realmente la relación y ver siempre hacia adelante”.
Otra de las características de este elemento es el gusto por establecer relaciones amistosas, siempre con personas a las que considera pueden aportar algo positivo a su vida, debido a lo cual considera ser muy selectivo a la hora de elegir a un amigo, aunque a cambio, dice ser muy espléndido y procura siempre dar todo para que este tipo de relaciones perduren y se fortalezcan.