México(EFE).- La Iglesia católica en México negó hoy que haya vendido los derechos de la imagen de la Virgen de Guadalupe por 12,5 millones de dólares, aunque reconoció la firma de un contrato con la empresa estadounidense Viotran que posteriormente se anuló.
El semanario mexicano "Proceso" informó en su edición del lunes que la Basílica de Guadalupe firmó el año pasado un contrato con Viotran, con sede en Orlando (Florida, EEUU), para cederle por cinco años los derechos de la imagen de la Guadalupana, patrona de México.
El Arzobispado de México, que declinó hacer comentarios sobre el asunto en los últimos dos días, aseguró hoy en un comunicado que la información del semanario es "absolutamente falsa".
No obstante, reconoció la existencia de un "contrato-proyecto" con Viotran, cuyo contenido no precisó, pero indicó que se anuló "por convenio expreso" de ambas partes.
"De lo anterior -agregó- derivan dos conclusiones: primero, que el artículo de 'Proceso' está construido sobre falsedades con materiales de nula validez legal; segundo, es evidente que 'Proceso' fue engañado de manera lamentable, aunque tal vez desinteresada, por sus informantes".
"Para la tranquilidad de los católicos especialmente -enfatizó el Arzobispado- se reitera una vez más que la imagen de la Virgen de Guadalupe es, sencillamente, invendible".
La Iglesia precisó que lo único que la Basílica puede entregar en concesión, aunque no vender, son los registros, es decir, los hologramas, las firmas y números de serie que avalan y certifican la autenticidad de las reproducciones de diversos objetos religiosos.
Precisó que la revista confundió "la propiedad legal de una obra con la propiedad intelectual de los registros que certifican la autenticidad de las reproducciones de la misma".
Pese a lo obvio "de la intención dolosa del escrito de 'Proceso', el Arzobispado reitera la imposibilidad de renunciar a su legítimo derecho de allegarse, por todos los medios lícitos morales y legales, los recursos necesarios para llevar a cabo sus apostolados y su vasta obra de asistencia social", indicó.
"La crítica infundada, la manipulación informativa y las falsedades no serán obstáculos que detengan su labor evangelizadora", agregó.
Rubén Ojeda, presidente de Viotran, empresa dedicada al envío de remesas, negó a EFE la firma de contrato alguno con la Iglesia mexicana.
"Le aseguro que nosotros no hemos comercializado ningún otro bien que no sea el de remesas", dijo Ojeda en una conversación telefónica con EFE desde Miami.
Ojeda, quien dijo haber asumido la presidencia de la compañía en 2003, agregó que "no hemos negociado ni firmado un contrato de la naturaleza del que se ha mencionado en la prensa mexicana".
Indicó, al respecto, que periodistas que habían visto el contrato le dijeron que aparentemente se trata de una empresa mexicana que tiene el mismo nombre.
El presidente de Viotran afirmó que desde que comenzaron a circular las informaciones revisaron "exhaustivamente" los archivos de la empresa sin encontrar, hasta el momento, un contrato sobre "comercialización de imágenes religiosas".
Según el semanario "Proceso", la supuesta cesión de derechos fue firmada en marzo de 2002 por el rector de la Basílica, Diego Monroy, y el contrato garantizaba a Viotran la exclusividad mundial para comercializar la imagen de la Virgen por un período de cinco años.
Viotran adquirió además el uso de los derechos sobre la imagen de Juan Diego, el indio a quien, según la Iglesia, se le apareció la Guadalupana en 1532, y sobre el logotipo de la visita que el Juan Pablo II hizo a México el año pasado para canonizarlo, asegura el semanario.
Según la revista, los beneficios debían ser distribuidos entre la empresa y la Basílica, que se comprometió a que los artículos de la Virgen que comercializara Viotran (carteles, estampas, llaveros, discos, relojes, platería y otros), estuvieran bendecidos por el arzobispo primado de México, el cardenal Norberto Rivera.
Expertos en derecho de autor dijeron a "Proceso" que la decisión de la Basílica es "totalmente ilegal ya que, de entrada, la jerarquía católica no es la propietaria de la imagen para venderla como si fuera el logotipo de una marca comercial".
El abogado Ramón Obón expresó que la imagen de la Guadalupana le "pertenece a todo el pueblo mexicano", su utilización es del dominio público y, por lo tanto, puede ser reproducida por cualquier persona.