Fueron contratados para tener relaciones sexuales y decidieron matarlo para robar sus pertenencias y el carro
TORREÓN, COAH.- El robo fue el móvil del homicidio del padre José Rogelio Carrillo Valenzuela, quien murió de una cuchillada en el cuello por dos sujetos a quienes había ?contratado? para sostener relaciones sexuales. Tanto los presuntos responsables como el sacerdote, andaban bajo los influjos de las drogas.
Carlos Durán Fernández, secretario técnico de la Delegación Laguna Uno de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), dijo que Jesús Herrera Reyes, alias "La Cotorra", de 18 años de edad, con domicilio en calle González Ortega No. 448 norte y Enrique Rentería Aguilar, de la misma edad, vecino de avenida Escobedo No. 1819 oriente, fueron presentados ayer por la Policía Ministerial ante el Ministerio Público.
La jueza primera del Ramo Penal, María Mayela Hernández Valdés, concedió la orden de arraigo en contra de los inculpados como probables responsables de la comisión del delito de robo de vehículo y homicidio calificado en agravio de Carrillo Valenzuela, que se esclareció en menos de 24 horas desde que se encontró su cadáver.
El funcionario de la PGJE, destacó la eficiente labor de investigación desarrollada por Fernando Ruiz Castañeda, agente del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, Mesa Dos, Coordinación ?B?, además de los elementos de la Policía Ministerial del Grupo de Homicidios, así como del comandante de la corporación, Ricardo Carrillo Lucero.
Los hechos
Según las declaraciones de los arraigados, fue la madrugada del pasado viernes 21 de febrero, cuando fueron abordados por el párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, en la alameda Zaragoza, a la altura de la Fuente del Pensador.
Ahí, José Rogelio los invitó a dar una vuelta a bordo de su auto Dodge Stratus, modelo 2001, color azul marino. En el trayecto del paseo, Carrillo Valenzuela les manifiesta que desea tener relaciones sexuales con ambos, para lo cual les ofreció 400 pesos a cada uno.
Ambos aceptaron la oferta y el conductor enfiló al domicilio ubicado en calle De los Puestos No. 1983 de la colonia Prados del Oriente, donde fumaron mariguana y consumieron bebidas alcohólicas.
Aprovechando que José Rogelio se fue a la recámara para desvestirse, Jesús y Enrique se pusieron de acuerdo para asaltarlo, pero como los podría reconocer posteriormente, entonces deciden matarlo, para lo cual los dos llevaban cuchillo.
Una vez en la habitación, los inculpados amordazaron y sujetaron con cadenas a su víctima y Enrique lo lesionó en las muñecas al pretender cortarle las venas. Posteriormente le causó una herida en el omóplato derecho y luego le dio una cuchillada superficial en el cuello.
Desesperado porque su cómplice no cumplía con lo planeado, ?La Cotorra? sacó un cuchillo de entre sus ropas y lo hirió mortalmente en el cuello destrozándole la tráquea y muriendo minutos después a consecuencia de la severa hemorragia producida.
Luego, los verdugos del sacerdote, se lavan las manos en el baño y presurosos se retiran del lugar llevándose una videograbadora, un modular, una cadena de oro con dije, además de una computadora y el auto del occiso y es donde se dan cuenta que era un sacerdote católico, por unos documentos que había en su interior.
Se deshacen de lo robado
Asustados por haber matado a un cura, emplean la mañana del viernes para deshacerse de los objetos sustraídos del domicilio, empeñándolos en un bazar denominado ?El Güero?, cuya ubicación no se dio a conocer.
De igual modo, pretenden vender el auto en ocho mil pesos, pero al no poder hacerlo, entonces Enrique Rentería Aguilar decide viajar a Monterrey, N.L., donde vive su mamá y ahí ofrecerlo al mejor postor.
Por tal motivo y a fin de salir el domingo muy temprano rumbo a la Sultana del Norte, lo deja en la pensión ?San José?, localizada en avenida Bravo y calle Niños Héroes (11).
La detención
Alertados sobre las características del vehículo desaparecido, propiedad de José Rogelio Carrillo Valenzuela, los agentes de la Policía Ministerial a cargo de la investigación del homicidio, lo localizaron en dicha pensión y de ahí logran la captura de Enrique.
Una vez que este sujeto acepta su participación en el asesinato, les indica a los ministeriales el lugar donde pueden ubicar a Jesús Herrera Reyes, ?La Cotorra?, quien estaba en la vivienda de avenida Juárez No. 1062 oriente interior tres, donde pernoctaba con Gerardo Emilio Echeveste Delgado.
Durante su presentación ante el Ministerio Público, ambos confesaron haber asesinado al ministro de culto estando bajo los influjos de la droga, resaltando además que nunca se consumó el acto sexual.
Manifestaron que sólo hubo escarceos y cuando fueron a la recámara ya iban decididos a matarlo, pues luego los podría reconocer y acusarlos de haberlo robado.
En forma extraoficial trascendió que en el examen pericial de toxicología realizado por el médico legista de la PGJE, el sacerdote José Rogelio Carrillo Valenzuela, resultó positivo a mariguana y anfetaminas.
Tanto Jesús Herrera Reyes como Enrique Rentería Aguilar, quedaron bajo arraigo en un hotel citadino, en tanto que se concluye con la integración de la averiguación previa a fin de solicitar al juez penal la correspondiente orden de aprehensión para ambos.
