Jorge Russek
La semana anterior, en la ciudad de Durango, una serie de eventos sirvieron para recordar al gran amigo de este Estado, en el quinto aniversario de su fallecimiento.
Fue Jorge no sólo un destacado actor, primero de televisión, después de cine y al final de su vida de nuevo de la televisión, sino también un fotógrafo sobresaliente que dejó miles de excelentes fotografías con las que se nutrieron diferentes exposiciones que podrían recorrer nuestro país algún día.
Jorge vino a la Comarca Lagunera a fines de los años sesentas para participar en la filmación de “La Ley de Tombstone” que tuvo escenarios junto a Pedriceña, Dgo., en un lugar que hoy se conoce como Torrecillas.
De aquí se fue a filmar a Durango y ahí se enamoró, primero de la ciudad capital y luego de sus cercanías, convirtiéndose desde entonces en el gran impulsor y publicista de este Estado para el que abogó buscando y consiguiendo la filmación de numerosas películas.
No estaba conforme con eso. Acompañado de su cámara fotográfica captó muchas bellezas del panorama duranguense que dio a conocer en todas partes, pero su fotografía premiada y conocida ya en todo el mundo es la que muestra a contraluz dos jinetes en uno de los hermosos atardeceres que tiene la entidad.
Con su trato abierto, amable y sencillo ganó muchísimos amigos. Uno de ellos, el Lic. Francisco Canales tiene la oportunidad, cada finales de agosto, de mostrar lo que significa la verdadera amistad, pues es él quien mientras viva no permitirá que el recuerdo y los méritos que tuvo Jorge Russek para ser hijo predilecto de Durango, quede en el olvido.
Jorge nació en Guaymas, Sonora, pero adoptó y lo adoptaron en tierras duranguenses. Las quiso tanto que en vida pidió que sus cenizas fueran esparcidas ahí donde están los sets cinematográficos, lo que se hizo el mismo año que murió.
Tuvimos muchas vivencias con Jorge, nos lo permitían nuestras tareas de ese entonces, cuando cubríamos espectáculos, y pudimos conocer así a un hombre con cualidades especiales, entregado, no sólo a su familia, al arte o a la fotografía sino también a servir a los demás, pero sobre todo a dar a conocer por todos lados las bellezas del incomparable Estado de Durango.
Hoy, en Chupaderos, ahí donde se han filmado tantas películas, una tele-secundaria lleva su nombre. Fue emocionante estar ahí, recordando al amigo, sincerote, abierto y de un corazón bondadoso. Mientras haya gente como “Paco” Canales, el recuerdo del gran amigo de Durango, Jorge Antonio Russek Martínez, estará siempre en el corazón de los duranguenses.