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MÉXICO, DF.- El estreno de los melodramas más importantes de Televisa y TV Azteca, Amor Real y Mirada de Mujer, El Regreso, dividieron preferencias entre el teleauditorio a nivel nacional, así como en el DF y área metropolitana.
Según un reporte de Ibope, compañía brasileña de medición televisiva, la producción de Carla Estrada, a nivel nacional, obtuvo 26.5 puntos de rating, mientras que la producción de Elisa Salinas registró, también a nivel nacional, 22.8 puntos.
Sin embargo, Ibope detalla en su muestreo del área metropolitana, que Amor Real logró 26.6 puntos de rating mientras que Mirada de Mujer, El Regreso paró los números en 30.5 puntos.
Y aún cuando el comparativo se hace con los dos estrenos, como dato curioso resulta que la telenovela de TV Azteca fue superada por Niña Amada Mía, que alcanzó 31.6 puntos de rating.
Otro dato curioso fue la inversión de que tuvo que TV Azteca para pasar su primer capítulo íntegro de una hora y media, sin cortes comerciales; mientras que Televisa siguió su comercialización habitual.
El muestreo de niveles de audiencia que lleva a cabo Ibope en la República Mexicana se lleva de la siguiente manera: se hace un muestreo en un total de 27 ciudades, Guadalajara, Monterrey y el área metropolitana (incluido el DF) se manejan como las más importantes y con niveles individuales.
Las restantes 24 se suman en un mismo muestreo y agregando Guadalajara y Monterrey, se logran los niveles nacionales.
Así pues, Ibope contabilizó que en Guadalajara Amor Real tuvo 27.3 puntos de rating contra 19.6 de Mirada de Mujer, El Regreso.
En Monterrey la cifra, siguió el mismo orden, fue de 19.2 y 10.9 respectivamente; y en las 24 ciudades los números quedaron de la siguiente manera: 28.2 Amor Real y 18.3 Mirada de Mujer, El Regreso.
Para darse una idea de la gente que estuvo al frente del televisor entre las 21:00 horas y 22:00 / 22:30 horas, cada punto de rating se multiplica por 102 mil personas, logrando así el total.
Diferentes, un mismo objetivo
Mientras el regreso de Mirada de Mujer costó sangre, sudor y algunas lágrimas para enganchar trama y personajes, a un sexenio de distancia, partiendo de la boda otoñal entre María Inés y su doctor Jeró Bonilla), el Amor Real guarda pulcra fidelidad al género clásico telenovelero, desatando con facilidad el triángulo pasional y convencional entre ambiciosa herencia y pecados de familia.
-Una Mirada de Mujer muy revirada para retener auditorio sin cortes comerciales en hora y media de primer capítulo, con todo y un Javier Alatorre abriendo Hechos de la Noche editorializando novela de la casa, dejó en claro que los personajes no evolucionaron al ritmo que exigen los nuevos tiempos televisivos.
-Sin Argos en la producción, pero evocando en la dirección de cámaras, iluminación y la edición, el manejo de largas secuencias, emplazamientos sugerentes, la familia disfuncional de María Inés es un rompecabezas cuyas piezas ya no encajan con naturalidad.
-La respuesta de Amor real no se hizo esperar: transiciones rápidas, psicología de personajes clave, diálogos cortos y directos en la eterna pugna entre ricos y pobres, entre hacendados y desposeídos -todos tan pulcros e impecables en su vestuario que rechinan de limpios- con los primeros escarceos entre Matilde (Adela Noriega) y Manuel (Fernando Colunga), mostrando al hermanito incómodo Humberto Peñalver y Beristáin (Ernesto Laguardia), tan saturado en su imagen.
-Despliegue de producción en ambientación y escenografía en una hacienda y un pueblo que lucen libres de impurezas en una atmósfera ad hoc para el romanticismo y el lucimiento de vestuarios y accesorios, sin duda de lo mejor en esta ambiciosa producción donde la actuación de Helena Rojo como Augusta.
-Amor real en la más pura tradición de la telenovela mexicana con rostros y elenco del público más fiel al género, y Mirada de mujer, el regreso, apuesta de la realidad cotidiana con el caso único de una protagonista sexagenaria identificada con un público que busca una manera distinta de que le cuenten una historia.
FUENTE: SUN-AEE
