MONTERREY, NL.- Un aficionado de los Tigres de Nuevo León se suicidó ayer por la mañana al lanzarse delante de un tren, un día antes de que el equipo dispute ante los Tuzos de Pachuca la final del torneo Apertura del futbol mexicano.
"Ojalá y sean campeones los Tigres", decía un mensaje póstumo que el suicida de unos 30 años se amarró a su mano izquierda, confirmaron autoridades de la Policía Ministerial.
El seguidor del equipo, que quedó decapitado al momento, llevaba un crucifijo que quedó tirado en la vía, en el kilómetro siete de la carretera al poblado de Roma, rumbo a la ciudad fronteriza de Matamoros, según Fernando Martínez, vocero de la policía.
La tragedia ocurrida ayer significa el punto máximo en la fiebre de futbol que abarca a Monterrey, Nuevo León, donde se reúne la afición más fiel del país.
Ayer las entradas para el partido de vuelta de la final se agotaron en poco más de cuatro horas y hubo decenas de seguidores del conjunto que a pesar del frío hicieron guardia frente a las taquillas para poder adquirir un boleto.
Saúl Maldonado, empleado de un hotel, aseguró que pasó 100 horas de ayuno casi total e insomnio y al recibir sus boletos para la zona preferente, no habló de futbol. "Ahora lo que quiero es dormir", dijo.
En varios lugares de Monterrey predominan los colores amarillo y azul de los Tigres y en algunas empresas han permitido a los empleados asistir al trabajo con la camiseta del equipo puesta.
Los Tigres no ganan desde hace 21 años y para lograrlo hoy tendrán que vencer por dos goles o más a los Tuzos. Si lo hacen por dos, aún no tendrán el cetro, y deberán definirlos en una prórroga o en tiros penales si persiste el empate.