Madrid.-La hipnosis a famosos es el último recurso con el que intentan atraer a la audiencia las emisoras de televisión españolas, que en apenas cinco años han duplicado los programas relacionados con el mundo del chismorreo.
"Corazón dormido" ha sido el último invento de este género llegado hasta España y, aunque su estreno hace unos días no ha cosechado los índices de audiencia previstos, es una muestra más del filón que han encontrado las televisiones en la vida privada de los famosos.
De hecho, los responsables de la cadena privada Antena 3, donde fue estrenado, piensan ya en reemplazarlo por otro similar, denominado "El gran test" y en el que los famosos serán sometidos a pruebas de inteligencia.
El programa "hipnótico" hace que los invitados, todos ellos personajes conocidos y habituales de las revistas del corazón, sometan su voluntad a un experto en hipnosis.
Se trata de revivir el pasado y rescatar del subconsciente aspectos de su vida y sentimientos que no podrían recordar de otra forma. Para sus creadores, el morbo y la polémica parecía asegurado.
Según los críticos televisivos, "Corazón dormido" es sólo una nueva forma de "airear" la vida privada de algunos personajes "sin oficio ni beneficio" que han hecho de sus continuas apariciones en la prensa y la televisión una forma de vida, ya que por ellas cobran suculentas sumas de dinero.
Pero en estos espacios también aparecen figuras reconocidas, como las veteranas actrices Sara Montiel y Marujita Díaz, que no dudan en narrar sus amoríos sentadas junto a recién llegados al mundo de la fama, entre quienes figuran presuntas amantes de futbolistas, ex concursantes del programa "Gran Hermano" o ex parejas de famosos.
La audiencia española se ha sentido atraída por este tipo de emisiones, ya que en apenas un lustro se han duplicado, según el último informe del Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual (GECA).
Este documento señala que las televisiones de ámbito nacional -en total cuatro, dos de ellas públicas y dos privadas- dedican en su conjunto más de treinta horas semanales a este género.
El decano es "Corazón, corazón", que comenzó su andadura en 1993 en la estatal Radio Televisión Española (RTVE), y en la actualidad hay en las diferentes parrillas de las grandes cadenas 17 programas de estas características, frente a los ocho de 1998.
Las televisiones públicas de ámbito regional siguen la misma estrategia, y en los pequeños canales privados gran parte de la programación se ocupa con tertulias de periodistas que comentan el último escándalo del famoso de turno.
Además, en casi todas las cadenas se ha recurrido a copiar el exitoso "Tómbola", convertido desde hace un lustro en uno de los más polémicos del género.
En este espacio nocturno, que dura más de tres horas, los entrevistadores tratan de hurgar sin miramientos en la vida de sus entrevistados, tras haberles pagado por someterse al interrogatorio.
Muchos de los programas de entretenimiento de la tarde y la mañana recurren igualmente a tertulias de chismorreo.
En el caso de los emitidos en la franja nocturna llegan a convertirse en un verdadero mercado, donde se compra y se vende la privacidad de unos pocos a cualquier precio.
El informe de la GECA resulta además revelador, ya que, en contra de lo que se pensaba, el público de este tipo de programas no es sólo femenino.
Según el documento, los hombres representan casi el 40 por ciento de la audiencia y son los ciudadanos de entre 25 y 64 años sus espectadores habituales.
En una de las múltiples tertulias televisivas de este país se comentaba estos días que es imposible conectar el televisor sin encontrarse a alguno de los personajes frecuentes en la prensa del cotilleo.
Y a continuación, se hacían una pregunta difícil de responder: ¿Se emiten este tipo de espacios porque gustan a la audiencia, o son los espectadores los que recurren a ellos porque no tienen elección?.
La resolución de esta cuestión, según el conductor del debate, plantea el mismo problema que la de la paradoja de qué fue primero, el huevo o la gallina.
EFE
