La poca seguridad jurídica ante el cambio de leyes, la incertidumbre por la pandemia de COVID-19 y la persistente crisis económica han generado la salida de 497 mil 474.77 millones de pesos de febrero de 2020 a julio de 2021 y 'es un tema que preocupa'. (EL SIGLO DE TORREÓN / JOSÉ DÍAZ)
La poca seguridad jurídica ante el cambio de leyes, la incertidumbre por la pandemia de COVID-19 y la persistente crisis económica han generado la salida de 497 mil 474.77 millones de pesos de febrero de 2020 a julio de 2021 y "es un tema que preocupa", reconoció Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base en su informe sobre la perspectiva para el segundo semestre del año.
Aunque reconoció que todavía no se puede hablar de una salida masiva de capitales del país, como ha sucedido en otros momentos de la historia económica, sí es un tema que debe preocupar a las autoridades económicas.
Detalló que los inversionistas tienen 1.7 billones de pesos en México en valores gubernamentales como bonos y Cetes, y desde febrero, antes de la pandemia, hasta julio del actual año se ha registrado una salida de capitales de 22 por ciento.
Entre los factores que han influido en la salida de valores se encuentra la poca seguridad jurídica ante el cambio de leyes; enumeró solo algunas: son Ley del Banco de México, la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos, propuestas por Andrés Manuel López Obrador. A esto comentó se suman las poco acertadas decisiones sobre el manejo de la pandemia.
Es importante recordar que la salida de capitales fue un fenómeno que se generó en todo el mundo ante el inicio de la pandemia, donde los inversionistas se refugiaron en oro, bonos del tesoro estadounidense y franco suizo, y algunas economías han visto un regreso de estos recursos, pero en el caso de México no ha sido así.
"Hay una mayor aversión al riesgo por parte de las economías en el mundo y a invertir en México precisamente por estas iniciativas, reformas, consultas públicas, gas Bienestar y Pemex", detalló en su conferencia semestral.
Otro factor de incertidumbre es el incremento en la inflación con bajo crecimiento económico, además la medida de incrementar la tasa de interés representa un costo de oportunidad para los inversionistas, quienes están esperando un incremento para tener un mejor rendimiento.
Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero en Black WallStreet Capital, explicó que "el mercado accionario mexicano es uno de los más baratos del mundo y las empresas que ahí cotizan han resultado resilientes ante el impacto de COVID-19".
Hay factores que pueden atraer a los inversionistas, sobre todo en la parte de las emisoras; aunque los factores de riesgo y de que exista demanda por estos títulos son las políticas públicas; de ahí viene la incertidumbre de los inversionistas que ha provocado que no se dispare la tenencia de extranjeros en acciones en bolsa", describió Rodríguez.
Sacan dinero de hoteles
En medio de la pandemia del COVID-19, los extranjeros sacaron de los hoteles la mayor inversión de los últimos 14 años, pues ven lejos la luz al final del túnel. “Vienen reacomodos, algunos hoteles que nunca se vendían ya están en oferta, creo que las cadenas van a soltar a los socios que no estén interesados en invertir en el sector y van a vender”, dijo Rafael García, presidente de la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México.
La Inversión Extranjera Directa (IED) canalizada a hoteles y moteles en el país se redujo en 37 millones de dólares (740 millones de pesos) entre abril y junio de este año, siendo empresarios españoles los principales que abandonaron el sector, de acuerdo con información de la Secretaría de Economía. Es la mayor desinversión que ha sufrido el sector desde el periodo de julio a septiembre de 2007, cuando los foráneos retiraron 39 millones de dólares (431 millones de pesos al tipo de cambio de ese entonces).
Para García, esta salida de capitales es parte de la crisis que vive el alojamiento tradicional, pues nunca se había dado el cierre de hoteles por una pandemia y los empresarios se van a otros sectores, pues la economía va a tardar en recuperarse y la emergencia sanitaria los obliga a ser prudentes con su capital. “Hay escepticismo de parte de los inversionistas. Se dice que el grupo francés Accor también quiere salirse de la Ciudad de México y del país, porque no ve clara la luz al final del túnel. Son inversiones fuertes que están buscando quién se quede con ellas”, dice.
