'Con mucho esfuerzo se van dando las cosas'

"Claro que hay muchas carencias a lo largo de la vida pero de lo que el ser humano no pude carecer es el motivo y el sueño para lograr algo", dijo Salvador Chavarría Vázquez, médico especialista en Traumatología y Ortopedia, originario de Matamoros y quien ha realizado intervenciones a reconocidos deportistas.

Actualmente es director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) y también tiene bajo su responsabilidad los Hospitales Universitario e Infantil y el Centro de Investigaciones Biométricas; con menos frecuencia realiza cirugías en el campo de su especialidad.

Es originario del ejido Monte Alegre de Matamoros, aunque nació en Torreón, pues su madre fue atendida por una partera de esta ciudad, pero en el rancho pasó los primeros años de su vida y en busca de mejores oportunidades la familia Chavarría Vázquez se instaló en la colonia Moderna.

Salvador Chavarría recuerda su niñez y juventud como algo maravilloso. Dice que su vida era lo que normalmente en esa época pasaba un niño de rancho… no había agua potable ni electricidad, ordeñaba chivas, acarreaba agua del río, iba por leña para cocinar, llevaba el "morral" (comida) a los peones del campo y jugaba en las polvosas calles con sus amigos.

Así fue hasta sus nueve años. En la comunidad se cursaba hasta el tercer grado de primaria en la escuela Ignacio López Rayón, pero a la maestra la cambiaron a Torreón justo cuando él estaba en segundo y como la educadora era asistida en casa de su abuela materna, Herminia, sugirió que los niños continuarán sus estudios en la "gran ciudad".

Para los alumnos de los ejidos cercanos que no tenía esa posibilidad, su opción era continuar la primaria en un internado que todavía existe a la orilla de la carretera que une a ejidos de Matamoros con La Partida, del lado de Torreón.

Lo inscribieron en la escuela Año de Zaragoza, en la colonia Ampliación Los Ángeles de Torreón, y continúo la secundaria en la Federal número 1.

No le fue difícil adaptarse a la ciudad pese a que la colonia Moderna tenía sus "detalles", pues había un vecino que reunía a jóvenes y niños de lo que, el doctor con nostalgia llama "las colonias del triángulo fabuloso" para jugar beisbol, el cual practicaban en el vado del Río Nazas, por lo que dice ahí fue donde la medicina se "incrustó en él", además de que en su familia siempre hubo y hay alguien que tiene gusto por alguna disciplina deportiva como la lucha libre, el box, el softbol y desde luego el beisbol, razón por la cual es el "doctor de los deportistas".

Esa persona que de lo involucró en el "Rey de los Deportes" es Jorge Guadalupe Hernández, comúnmente conocido como "Geta", quien considera que fue la "espalda" que sostuvo a muchos niños y jóvenes ya que mediante el deporte no permitió que tomaran "otro rumbos".

El doctor Chavarría reconoce que también le ilusionaba jugar profesionalmente beisbol; incluso, con el equipo que formó "Geta" fue subcampeón nacional en un torneo que se celebró en 1970 en Mazatlán Sinaloa. Años más tarde incursionó localmente en la liga mayor con el equipo Sección 5 de Choferes Matamoros, con Hermanos Betancourt Velardeña. "Son los mejores recuerdos que tengo... es lo que queda, es muy grato", asienta con una evidente nostalgia.

Pese que la familia se estableció por completo en Torreón, el vínculo con el ejido Monte Alegre siempre permaneció, pues cada semana iban a visitar a su abuela, a sus tías y primos. "Añoraba ir a ordeñar, a estar con mis amigos y jugar con ellos... siempre tuve mucho vínculo con el ejido".

La situación económica de la familia no era la mejor, pues es el segundo de ocho hijos. Recuerda que su padre Salvador Chavarría primero trabajó en una empresa que se dedicaba a la perforación de pozos de agua, empleo que consiguió justamente cuando realizaron una obra en el ejido donde vivían, pero luego consiguió "acomodarse" como mozo en el Hospital del ISSSTE, en tanto que su madre, María Cruz Vázquez, se dedicaba al cuidado de los hijos.

Bajo esas circunstancias era evidente la necesidad de apoyar en el hogar, por eso fue que decidió entrar a la Escuela de Trabajadores Federal Nocturna, aunque reconoce que no le gustaba trabajar y su tío Juan Vázquez, quien en ese entonces trabajaba en Peñoles, le ofreció ayudarlo para que estudiara enfermería y aceptó, pero se decidió por la carrera de Secretariado con Taquigrafía y Contador Privado en el Instituto Mexicano de Estudios Superiores (IMES).

Al salir de la carrera técnica la escuela lo envió a una institución bancaria para hacer sus prácticas donde luego fue contratado; sin embargo, cuenta que siempre estuvo en su mente estudiar medicina, por lo que le "confesó" a su padre que se así lo haría; no obstante, su papá no estuvo de acuerdo pues consideraba que el camino que llevaba era el correcto, ya que a su corta edad ya tenía un buen trabajo que contribuiría a sacar adelante a la familia, pues su hermano José Luis también ya iba algo encaminado porque estudiaba leyes.

Sin embargo, la decisión del joven ya estaba tomada, pues ya se había inscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de la UAdeC, "ficha 118 y año 1976", recuerda el galeno.

Su padre lo entendió y desde luego lo apoyó, al igual que algunas enfermeras del ISSSTE, entre ellas Margarita Olivas, quien había estudiado medicina y era compañera de trabajo y amiga de su papá.

Margarita le prestaba algunos libros ya que dice había ocasiones que no los podía comprar, aunque dice que desde entonces la facultad ya tenía una extensa biblioteca, por lo que insiste en que el trabajo, la entrega y disciplina es lo que hace que se logren las cosas.

El internado lo hizo en el Hospital Universitario y el servicio social en el ISSSTE de San Pedro, de ahí llegó la oportunidad de ingresar a lo que en ese tiempo se llamaba Residencia Rotatoria, porque había que pasar el Examen Nacional de Residencias Medicas (ENARM), el cual lo presentó donde se encuentra la alberca olímpica en la Ciudad de México, más o menos en el año 1983.

Luego solicitó colaborar en el Hospital Universitario de Torreón, donde permaneció un año, lapso en el que decide en qué área especializarse, pero al principio pidió quedarse en el hospital para ser cirujano general, pero al no lograrlo (ya que había dos estudiantes con mejor promedio que él), decidió especializarse en Traumatología y Ortopedia y presentó el examen, en inglés, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para ser avalado por la máxima casa de estudios y es así que lo aceptan en el Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia (ahora llamado Instituto Nacional de Rehabilitación) con apenas 24 años de edad.

Estando en la Ciudad de México, el médico decidió cursar un diplomado en Filosofía y Letras, el cual tomaba en línea los sábados en la escuela de Filosofía y Humanismo de Montevideo.

Luego, en el mismo instituto, solicitó hacer la subespecialidad en la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, donde lo aceptaron seis meses, por lo que estuvo en el Hospital Universitario San Ignacio, para lo cual le otorgan una beca en la Secretaría de Salud y por el Instituto Nacional de Ortopedia donde realizó cirugía articular.

A su regreso lo mandan a cursos y cirugías en diferentes partes del mundo como en Florencia, Italia; en el Instituto Catalán de Medicina del Deporte, en Barcelona; en Holanda, Ámsterdam, en Seúl y Estados Unidos. Lo mismo a nivel nacional, desarrollándose en el campo de la medicina deportiva, especialmente en cirugía de hombro o tobillo, pues generalmente sus intervenciones son a beisbolistas. Muchas de ellas las hizo en Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, y en menor proporción a futbolistas y luchadores.

A nivel nacional ha acudido a lugares donde se practica el "Rey de los Deportes", pero insiste en que ha estado involucrado médicamente en todos los deportes.

El tema social es otra de sus labores, pues creó una fundación (la cual sostiene con sus recursos) para apoyar a estudiantes desde preescolar hasta universidad para que continúen con sus estudios.

Su profesión le ha permitido establecer lazos con otros médicos en el país y el extranjero y así forman cadenas de ayuda para apoyar a personas con bajos recursos, pues por ejemplo en el Hospital Universitario o Infantil se han realizado cirugías a bajo costo.

"Son fundaciones que se pone uno en contacto con ellos y apoyan para resolver diversas problemáticas… tenemos por ejemplo la Clínica de Obesidad donde el doctor Daniel Campos está haciendo una labor extraordinaria pues se realizan cirugías de bypass para obesidad y como esa se han creado otras clínicas que permiten resolver problemas muy específicos". Su llegada a la dirección de la Facultad de Medicina ocurrió a invitación de los alumnos, quienes lo animaron a participar en la elección y luego consiguió la reelección; su mandato está por concluir en un año y ocho meses.

Se le preguntó cuál ha sido la clave de su éxito y su reflexión es "la vida tiene conceptos muy sencillos, tiene motivos, si tienes sueños y valores bien puestos, logras las cosas, con constancia, dedicación y mucho esfuerzo se van dando las cosas. Claro que hay necesidades económicas, pero hay veces que no te das cuenta porque yo creo las suples con los sueños… creo que es más fuerte el trabajo que haces por lograr lo que quieres".