En esta columna comenzaré algo que llamaremos “El tour de la carne”. Suena raro y hasta a albur, lo sé, pero la idea es que cada quincena vayamos a restaurantes donde su tema sea el carbón y un buen corte de carne. No es un concurso, para nada. Lo que me interesa es ver qué tienen en su carta, la calidad y preparación de los platillos, el servicio, la atención y lo que se me vaya ocurriendo. Así que, prepárese para lo que viene, tome nota y me dice si estoy en lo correcto o no. En esta ocasión me dejé caer (literal) a El Bife RB.
Este local se encuentra en el boulevard Independencia justo frente a la Toyota. Al entrar, es imposible no darte cuenta de lo que preparan. La madera de sus mesas y la cava, los cuadros al fondo de bailarines de tango y obvio, el olor de la parrilla. Hasta una fuente había, todo muy zen. Sabe una cosa, no sé por qué me sentí en la oficina de un abogado. El lugar es agradable, fresco y le aseguro que puede venir en familia. Además, el servicio es muy rápido, ni bien pasaron pocos minutos y ya me habían puesto la botanita para recibirme. La salsa roja es una delicia y aunque probé y probé para adivinar el sazón, nomás no supe. Me dio la impresión de que tenía pimiento morrón y algo más. Ponen otra de chile, tomate y cebolla cocida, con un picor justo; y el chimichurri, con su sabor a hierbas y vinagre. No faltó la canasta de pan muy casero (con 4), junto a un cuenco con una mantequilla preparada que fácil te la acabas y no te das cuenta.
Ya sentado me puse a ver la carta y dije “¡Santa madre de todos los carnívoros, hay demasiados platos!”. Aunque este detalle es una alarma porque no se puede cocinar mucho y muy bien, al mirarla con detenimiento, me di cuenta de que todos sus platos giran alrededor de la carne. Sirven hasta lechón, ¡sí, lechón!
Como entrada pedí dos empanadas. Una con chistorra y queso bien rellena, otra con elote y queso. Los guisos estaban bien preparados y la masa, aunque para mi gusto un poco seca, la verdad combinaba muy bien con las salsas. No dude en pedirlas, valen la pena. También ordené la ensalada del chef y fue una buena elección. En un plato ovalado ponen lechuga, queso de cabra, jamón serrano, manzana verde y 4 rodajas de baguette bien tostado, pero el aderezo de higo con ese sabor ácido que logran, hacen de este plato algo que no pruebas todos los días. Además, es perfecta para compartir y sentirte satisfecho o sin culpa, siempre hace falta algo de hierbita en medio de tanta carne.
El plato fuerte fue un bife chorizo de 350 gramos. Algo que noté y que en muchos lugares ya no hacen, es que lo sirven en un plato de hierro caliente. Entonces imagine el olor y el humo que se desprenden. A mí me encanta así, porque al final uno anda rascando la costra que se quema y esa sensación es única. La carne la trajeron como la pedí, término medio, y cuando es de calidad y la saben asar, se corta como mantequilla; y así fue. Pero la carne no viene sola, la acompañan con rodajas de cebolla asada, un medio tomate tatemado y un chile toreado. Además, ordené como guarnición extra la papa de la casa. Lo que traen es un plato abundante con papas cambray muy bien cocidas, guisadas en chile de árbol, ajo y hierbas finas. Son geniales, así que vale la pena hacer un hueco para probarlas.
No quise quedarme con las ganas de ordenar algo que en El Bife llaman machitos. Este plato me decepcionó un poco.Yo me imaginaba el clásico machito relleno de vísceras, pero no, lo que me trajeron fueron tripitas. Y para tripas, pues las del tripero con su salsa afloja mocos en un taco a pie de calle. Eso sí, la presentación del plato es muy mona, hasta te ponen una gran rodaja de tomate con amaranto. Creo que les hace falta aclarar mejor la descripción de este plato en la carta, para que no sorprendan a más de uno.
Como postre se me ocurrió ordenar las crepas del abuelo. Y en serio, fue toda una sorpresa. El plato es caliente y en él colocan 4 crepas rellenas de queso crema y encima una salsa de zarzamora. Parecen sencillos estos ingredientes, pero el queso se derretía a cada tenedorazo; además, la salsa la preparan con especias y no pude dejar de pensar en la navidad y su comida. Por pena no lamí el plato, porque en mi casa, con algo así en la mesa, ¡claro que lo haría! Nada más una sugerencia y es sobre la presentación:si le pusieran unas hojitas verdes, algo que contraste el color, ayudaría bastante para que apenas veas el plato, te lo comas por los ojos.
A ver, a modo de resumen, aquí en El Bife se nota la experiencia que tienen en cocina para prepara alimentos. Y me di cuenta por qué en las mesas del al lado, se notaba que disfrutaban lo que les servían. El servicio es rápido y los meseros atentos. Es claro que apuestan por preparaciones sencillas pero con su ingrediente principal, la carne, de calidad. Salvo los machitos que no me gustaron y quitándolos de la cuenta, fueron 1, 100 pesos muy bien invertidos en mi estómago.
La recomendación de la semana es una joyita que descubrí. Se llaman Tacos y lonches el Cochiloco. Es un food truck ubicado en la gasolinera del puente del campesino, sobre el periférico. El dueño, Pepe Chuy Gutiérrez, me antedió y me explicó lo que hacen: preparan carnitas y cochinita pibil (esta sólo los sábados). La maciza, cuero y el buche tienen muy buen sabor, con ese punto de sal característico del marranito; la carne es tierna y sus salsas sabrosas; hasta tienen una promo de 2 tortas por 70 pesos. Vaya a probarlos, reconocerá el carrito porque es negro, como los gustos culposos de todos los glotones como yo. Búsquelos en instagram como el_chochiloco_tacos_y_tortas; o su whatsappbussines: 8715069698. Apoye a los emprendedores y por favor ¡vacúnese! No le haga al He-Man o a la Mujer Maravilla porque cree que nada le va a pasar.