
Pily Macías se volvió un referente de las laguneras para preparar platillos fáciles, ricos y rápidos (EL SIGLO DE TORREÓN)
Pily Macías creció viendo como su mamá y abuela materna cocinaban y se dedicaban a vender meriendas y pasteles. Observaba qué preparaban, qué ingredientes usaban y desde entonces agarró el gusto por la cocina.
Sin embargo, aunque con el tiempo la repostería fue lo que le llamó más la atención, no pensó dedicarse a la venta de pasteles hasta que se casó y años después su esposo se quedó sin trabajo.
"En la vida nunca había hecho nada, nunca había trabajado y cuando mi esposo se queda sin trabajo me pregunté: ¿qué sé hacer? y pues era cocinar y empecé a hacer recetas, pasteles y luego a venderlos. Luego empezó la pandemia, la gente está en su casa y yo a mis redes sociales empiezo a subir las recetas que hacía en mi casa: picadillo, pasta, ensalada, salmón y me empezó a ir muy bien", platica Pily.
Su instagram, @dulcedelechetyc, está repleto de fotos, historias y reels atractivos de recetas de comidas, bebidas y de bellos momentos con su familia.
"Nunca pensé que iba a trabajar en esto, pero la vida te va poniendo donde tienes que estar y se me presentó esta oportunidad y entonces uno tiene que explotar los talentos que tiene escondidos. También pensé en buscar algo que me gustara para que no me hartara".
Aunque la repostería es su fuerte, Pily también se aventuró a comercializar Amanidas, un aderezo de soya artesanal famoso y aplaudido entre sus conocidos, que no tiene conservadores, ni azúcares añadidos.
"La verdad es que en mi casa lo usamos para todo. Yo creo que lo hice tanto en mi casa que a todo el mundo que iba a comer le encantaba y decía 'vendelo, vendelo' y yo decía 'ay, no, no me gusta hacer eso', o sea, venderlo. Pero ya, empecé y la verdad es que me ha ido bastante bien, mejor de lo que yo pensaba".