Nosotros DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD Eventos MODA

Los que no ganan

VIBREMOSPOSITIVO

VICTORIA HOP

Hace unos días, estaba viendo con mi familia la competencia de triatlón de las olimpiadas. Durante la mayor parte de la tercera etapa del evento, en la carrera de 10 km, llevaba la delantera un atleta de Gran Bretaña. Este hombre, durante tres de las cuatro vueltas que forman la carrera, peleaba por mantener su paso y más que nada, su posición. Directamente detrás, había cuatro o cinco competidores más, entre ellos, uno de Noruega. Pasada la primera parte de la última vuelta, el corredor noruego apretaba el paso considerablemente, consiguiendo sacar una gran distancia entre él y los demás que peleaban por la medalla. Veinte metros hicieron la diferencia, y ese último jalón le dio la victoria. Once segundos después, el atleta británico cruzaba la meta.

Por otra parte, días antes vimos la tercera medalla para Tunisia en natación en la historia de su participación en los juegos olímpicos, y nadie lo esperaba. Ahmed Hafnaoui no fue uno de los favoritos, ni de los esperados ganadores. Aún durante la carrera, mientras peleaba por los primeros lugares, y finalmente por el oro, no fue mencionado entre los comentaristas. Solo porque no había hecho una aparición 'importante' previamente, no se creía que podía ganar. No fue hasta que terminó antes que el nadador australiano, que se celebró su trabajo.

Es increíble ver el momento en el que estos atletas que tanto admiramos cruzan la meta, ganan el partido o terminan su rutina. Y finalmente cobran todo el trabajo y dedicación que costó llegar a ese momento. Es alegría que se contagia.

Pero hoy quisiera hablar de los que no ganan. De los que no cantan el himno, de los que no reciben medalla, y desgraciadamente, de los que no reconocemos lo suficiente. Trabajan igual de fuerte. Vemos a los competidores olímpicos como ídolos, como superhumanos. Se nos olvida que son personas, que muchos de ellos son adolescentes, y somos demasiado duros al esperar que no lo sean. Subestimamos el trabajo que se requiere para llegar a las olimpiadas, automáticamente partimos de la base que por estar ahí ya tienen que ganar, y si no ganan, no se les volvemos a dedicar ni un minuto de nuestro pensamiento.

Con esto no quiero para nada demeritar el trabajo de los campeones, porque por algo ganaron, son lo mejor de lo mejor. Pero también lo son los que llamamos "perdedores" o simplemente no llamamos. Este artículo va dedicado al cuarto lugar, al equipo que no pasó la fase de grupos, a la gimnasta que no gana por una décima, al que cruzó la meta o tocó el tapete de la alberca una décima de segundo después, porque realmente eso es todo lo que hace la diferencia. Una parte de un segundo, un punto, una décima, verdaderamente nada. Pero eso lo define todo.

Regresemos a la final de triatlón, donde cada competidor, uno detrás del otro cruza la línea final. Pareciera ensayado, todos sin excepción cruzan la meta y se tiran al piso. Terminar implica algo impresionante. En ese momento, verlos acostados, mojados, y en ocasiones hasta sangrados, refleja todo el trabajo de una vida, y el que los ha llevado a competir con los mejores del mundo. Lágrimas de felicidad y gotas de sudor inundan el piso. No solo el ganador suda, no solo el ganador se cansa, no solo el ganador se desploma en el suelo. Todos lo hacen, porque todos hicieron un esfuerzo inmenso.

Los que pierden también entrenaron, también se desmarañaron, también se motivaron, y dieron lo mejor de ellos. Y más que nada, también son lo mejor de su país, y van a representar su patria con la cara en alto. ¿Quién nos creemos para sentir que podemos demeritar ese trabajo? Porque, ¿Quién de nosotros es lo mejor de nuestro país? En algo, en lo que sea. Los que no ganan también son héroes, dentro y fuera de la cancha. Los que no ganan el oro también son increíbles. También son el vivo ejemplo de la dedicación, constancia y trabajo duro. Solo por estar ahí ya son ganadores. Llegar a las olimpiadas no es ningún paseo en el parque, y solo por eso ya son enormes. El cuarto lugar en la competencia es el cuarto mejor atleta de 7 billones de personas qué hay en el mundo.

Ellos están solo en camino a ser algo todavía más grande. El que se queda a una milésima de segundo de la medalla ahora tiene una motivación más fuerte para seguir dando todo de ellos a ese deporte que aman. El nadador de Tunisia que ganó los 400 metros libres, quedó en octavo lugar en las olimpiadas del 2018, mírenlo ahora. Él y muchos más nos siguen demostrando que los que no ganan medalla también son campeones.

Aprendamos también de los perdedores, no solo de los ganadores.

Te invitamos a inscribirte en nuestra página www.vibremospositivo.com para darte más información de nuestro movimiento y seguirnos en Facebook como Vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vibremos_positivo2020 y @yad.rajamim.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1961355

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx