
Socorro Salas Campa ingresó al ISSSTE de Torreón desde el pasado 9 de mayo del año en curso. (ARCHIVO)
Socorro Salas Campa, de 79 años de edad, perdió la vida el pasado martes 29 de junio en el Hospital General del ISSSTE "Dr. Francisco Galindo Chávez" de Torreón por un choque séptico secundario a una urosepsis.
Su deceso ocurrió luego de más de dos meses y medio de estar hospitalizada en esta clínica esperando por una cirugía de columna para tratar la espondilodiscitis en lumbares 3 y 4 que padecía. La operación nunca se pudo concretar porque no había material de osteosíntesis. Requería caja intersomática lumbar y tornillos barras matriz ósea, según detalla un listado de la clínica.
Aunque la dirección del hospital señaló que la causa de su fallecimiento fue ajena a la intervención que requería, su hija Isela dijo que "me dejaron morir a mi mamá" pues la estancia de su madre se alargó y esto derivó en otras complicaciones de salud, tanto físicas como mentales.
Acusó indolencia y una tardanza "injustificada" en trámites burocráticos ante el instituto pues aunque su mamá murió por otro motivo, tuvo que vivir un calvario por la falta de material de osteosíntesis para su operación, mismo que nunca llegó.
"Mi mamá aquí se empeoró después de dos meses y medio internada. Aquí se pasaban la bolita de un lado a otro, estaba toda llagada de sus piernas", dijo Isela Alvarado Salas, horas antes de que su madre falleciera.
Ayer, la directora de la clínica, Margarita Martínez Moreno, indicó que Socorro Salas Campa perdió la vida debido a complicaciones secundarias por la enfermedad renal crónica que presentaba. "Y a pesar de la atención por médicos especialistas y las medidas que se tomaron no fue posiblemente corregir los daños metabólicos (debido a la falla renal) por los que evolucionó durante su estancia, sentimos mucho la pérdida de la señora Socorro, acompañamos en esta pérdida a los familiares y pedimos a Dios paz y consuelo a sus familiares", expresó.
AUTORIZAN CIRUGÍAS
Un día después del deceso de la mujer, la dirección también informó que finalmente ya se contaba con el apoyo de Nivel Central del ISSSTE para llevar a cabo el programa de Cirugía de Columna Lumbar y Cervical, mismo que arrancará en Torreón en dos semanas y por medio del cual se atenderá el rezago.
A mediados de este mes de junio, El Siglo de Torreón también informó que había 17 pacientes (incluida la señora Socorro) en espera de una cirugía lumbar y/o cervical porque dicho hospital no contaba con material de osteosíntesis. Algunos tenían diagnóstico de Listesis alto grado y canal estrecho y espondiloscitis canal estrecho. También hernia discal cervical, conducto lumbar estrecho, radiculopatía, laminectomía y hernia C5-C6, entre otros.
En esa ocasión, Martínez Moreno dijo que se trataba de intervenciones de tercer nivel y que aunque se habían hecho gestiones de reaprovisionamiento en otros centros regionales, estas habían sido rechazadas tanto en el Hospital Regional de Monterrey con motivo de la pandemia por el COVID-19 y en la Ciudad de México por la carga de trabajo.
SOCORRO YA ESTABA CANSADA
Socorro Salas Campa había ingresado a la sala de Urgencias del Hospital el pasado 9 de mayo del año en curso con diagnóstico grave de una infección de vías urinarias y una espondilodiscitis en lumbares 3 y 4. Desde entonces, y por falta de material de osteosíntesis en la unidad para intervenirla, su familia dijo que se estaba en riesgo la endeble salud de la mujer. Tenía llagas en las piernas, anemia y desgaste emocional. "Es un calvario, ella ya me ha dicho que se quiere morir. Le digo: 'mamá, no me digas eso' y me dice: 'No, hija, es que ya estoy cansada, ¿cuándo me van a sacar de aquí?, ya me quiero ir, llévame a morirme a mi casa', es algo frustrante, impotencia", relató en esa ocasión su hija.