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Desafiar al bonsái

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CLAUDIO PENSO

Bonsái significa "planta en bandeja".

Los japoneses perfeccionaron el arte del cultivo de los árboles en miniatura desde el siglo XVI.

Su objetivo es lograr un ejemplar adulto completo en escala reducida, incluyendo la producción de flores y frutos, manteniendo las proporciones.

Esta costumbre se remonta a China y al taoísmo. Creían que los árboles poseían poderes divinos y los diminutos tenían este poder en forma concentrada.

Los parques japoneses conservan la belleza y la armonía, tienen proporciones muy pequeñas, ya que el espacio es un bien muy escaso.

¿Cómo construyen los senderos?

Primero observan cómo y por dónde caminan las personas, luego diseñan y arman los senderos.

En nuestras empresas primero construimos los senderos y luego comprobamos que necesitamos carteles para recordar por dónde debe transitar la gente.

¿Observamos a nuestros clientes internos y externos? Observar alas dos personas que decimos que más nos importan es algo simple, sin embargo se rehúye. ¿Por qué? Las personas no se sienten escuchadas ni como clientes ni en su rol de colaboradores.

Las empresas realizan complejos estudios de mercado y clima con mecanismos cada vez más sofisticados (vidrios, cámaras ocultas, actores, mistery, auditorias de mercado, urnas y tantas otras). El énfasis se pone en la metodología más que en el resultado. Si el contacto, el vínculo, la escucha fueran permanentes, los estudios quizá no serían necesarios.

Alguien dijo que "en una pequeña célula está contenido el todo..."

Si aprendemos a observar nuestras pequeñas células y hurgamos en ellas, en forma cualitativa, es decir, sin cuestionarios que inducen a contestar que todo el mundo está feliz, obtendremos información y sensaciones certeras.

Escuchar y observar son actitudes tal vez pasivas, pero involucran una profunda concentración en el otro, en lo que ocurre afuera. Nuestras orejas no tienen párpados.

Si estamos todo el tiempo pensando en transformar la realidad, demostrar que trabajamos duro, que los clientes prefieren nuestra marca o producto, que nuestros colaboradores se encuentran profundamente motivados y agradecidos con lo que viven día a día, tenemos los oídos tapados y miopía.

Escuchar y observar es un desafío, porque debemos despojarnos de nuestros paradigmas, dejar nuestros preconceptos, abandonar nuestras ideas y preparar la arena para ver cuáles son las huellas y cuál es la dirección de las pisadas.

Escuchar y observar es una invitación a realizar autocrítica, porque las cosas a menudo son diferentes a cómo queremos que sean, las personas piensan y sienten distinto de lo que imaginábamos. Afortunadamente, la principal conclusión es que comprobamos que no somos el ombligo del mundo, que las cosas continuarán a nuestro pesar y las personas indefectiblemente, caminarán por donde elijan.

Observar cómo y por dónde caminan nuestros clientes nos permitirá desarrollar productos desde el mercado, proponer beneficios que sean percibidos, apreciar servicios que tengan valor; en vez de tropezarnos en nuestros parques con un montón de basura.

Muchos gerentes y empresarios tienen una visión estrecha del proyecto que lideran, lo conciben como un bonsái, a escala pequeña. El verdadero desafío de un árbol es crecer desarrollando todo su potencial.

Te invitamos a inscribirte en nuestra página www.vibremospositivo.com para darte más información de nuestro movimiento y seguirnos en Facebook como Vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vibremos_positivo2020 y @claudiopenso, también todos los viernes estrenamos podcast por Spotify.

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