Chocahuaca, del Valle del Colca, protesta desde hace más de una semana en el centro de Lima. (EFE)
Con un sombrero de hilos coloridos, un traje de flecos bordados y mangas transparentes, Reina Anita Chocahuaca baila la típica danza arequipeña de wititi entre los miles de manifestantes que claman contra el intento de Keiko Fujimori de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de Perú.
Chocahuaca, natural del Valle del Colca, protesta desde hace más de una semana en el centro de Lima para hacer respetar su papeleta a favor del virtual presidente electo Pedro Castillo y evitar a toda costa que prosperen las maniobras legales del fujimorismo, que pidió anular unos 200,000 sufragios alegando un supuesto fraude en mesa.
"Queremos hacer valer los votos de nuestro candidato, que ha sido elegido por el pueblo y es nuestro presidente", resume a Efe la joven, desde una esquina de la histórica plaza Dos de Mayo.
A su lado, entre el tropel, un hombre con un sombrero de paja y ala grande luce una bandera blanquirroja que sentencia: "Perú, te quiero. Por eso te defiendo".
Esa misma insignia, con idéntico mensaje, se deja ver entre otra marea de gente concentrada apenas unas cuadras más allá, en la céntrica Alameda 28 de Julio, donde miles de simpatizantes de Fujimori se reunieron también para "combatir el fraude", defender sus votos y exigir a las autoridades electorales "transparencia" en el conteo.
Repleta de banderas rojas y camisetas con el símbolo del lápiz, del partido Perú Libre, los partidarios de Castillo se congregaron llegados de varios rincones del país para exigir el respeto a los resultados del 6 de junio.
Saben que son horas cruciales para su democracia y se definen comprometidos a defender al Perú del "golpe de Estado" fujimorista, que insiste en que un fraude habría beneficiado al candidato izquierdista, que ganó los comicios con el 50,125 % de los votos, apenas 44,000 más que su rival, la derechista Fujimori.