Como muchos maestros, durante la pandemia Tommy se las ingenió para trabajar con sus alumnos.
Será un gran reto el regreso a clases, pues los maestros no solo se deberán hacer cargo de la regularización en el aprendizaje de los alumnos; también tendrán que trabajar mucho, por las secuelas psicológicas y sociales que dejó la pandemia, expresa el profesor Tomás Quintana Rodríguez.
Imparte la materia de Ingles y Computación, en la secundaría José Santos Valdez del ejido Lequeito, en Francisco I. Madero y es una de las escuelas que regresarán a las actividades el lunes 21 de junio, por lo que dice, como el resto de sus compañeros se está preparando para trabajar bajo la nueva modalidad, pues están conscientes de que se les duplicarán las responsabilidades, puesto que deben alternar las clases semipresenciales con las virtuales, además de cumplir con otras tareas pues como ya se sabe los jóvenes "arrastran" situaciones que padecieron durante el confinamiento, como el fallecimiento de un familiar, desempleo o algún tipo de violencia.
El "profe Tommy" como cariñosamente le dicen sus alumnos, considera que es muy positivo que los alumnos regresen a las aulas, ya que la convivencia, les ayudará a enfrentar situaciones complicadas, pero insiste que los maestros deberán trabajar "el doble" para "normalizar" el entorno de sus alumnos, pues como siempre se ha dicho; "la escuela es la segunda casa",
Compartió que de acuerdo a la instrucción que se les ha dado, estarán trabajando 4 horas al día, pues han tenido que reducir la clase de 55 a 25 minutos, por lo que dijo tendrán que reestructurar el modelo tradicional de aprendizaje para adaptarlo a la nueva normalidad.
"Va ser un poco más de trabajo para nosotros y también para el alumno, sobre todo para aquellos que no tengan celular, sin embargo, el tema y la actividad estará en el pizarrón para que la desarrollen en sus libretas, va haber dos opciones, trabajar en celular y trabajar en libreta".
Hay que considerar que para los estudiantes que ingresaron este ciclo a secundaría, no conocen a sus compañeros, incluso algunos están inscritos, pero no han podido localizarlos ya que, por desempleo u otras circunstancias las familias migraron a otros lados.
"Los docentes, aparte de las enseñanzas, juegan un papel importante en el apoyo emocional a sus alumnos, pues durante la pandemia pasaron muchas cosas y además de plantear la clase, debemos practicar mucho la empatía, cuidar mucho el lado humano de los alumnos".
El profe Tommy comparte que al inicio la pandemia, el drástico cambio en la rutina de sus alumnos fue complicado, puesto al vivir en comunidades rurales, hay muchas carencias, por lo que o no tienen celular o no hay señal de internet, por lo que debía acudir a los ejidos para trabajar con ellos.
Destacó que a la secundaría José Santos Valdez asisten jovencitos de al menos 25 comunidades rurales, algunas bastante alejadas, como El Venado, que se encuentra a 35 a 40 kilómetros de la escuela y cada día programaba su recorrido y había ocasiones que su jornada terminaba a las 6 de la tarde.
