Arturo Saldívar cortó la primera oreja en la Alberto Balderas en más de un año, tras buena faena a 'Sotolero'.
Arturo Saldívar y Luis David Adame cortaron una oreja cada uno, en la corrida de toros que significó el regreso de la Fiesta Brava a la región, luego de más de un año de espera por la emergencia sanitaria; el escenario fue la plaza "Alberto Balderas" de Ciudad Lerdo, cuyos boletos se agotaron en el aforo que se permitió por parte de las autoridades.
A las 17:07 horas se acabó el silencio taurino en La Laguna. Partieron plaza Arturo Saldívar y Luis David, desatando un "olé" que los aficionados se habían contenido durante mucho tiempo y que no pudo guardarse más al sonar "El Cielo Andaluz". Tras un minuto de aplausos respetuosos, en memoria de todos aquellos que vinieron al festejo taurino más reciente y que por culpa del COVID, no pudieron volver a la plaza, se dio paso al toro, reviviendo el tradicional olor del puro y el paisaje en los tendidos, donde predominan el blanco y el rojo.
EL PRIMERO, PARA SALDÍVAR
La ganadería de San Isidro, fundada en 1988, divisa azul rey, amarillo y rojo, envió por delante a "Sotolero", herrado con el 304, registrando 495 kilogramos de peso; castaño, bragado, paliabierto, para Arturo Saldívar, en turquesa y oro, breve con el capote ante un astado que se iba de frente, falto de fuerza en los cuartos delanteros. Un pinchazo y tras brindis al público, turno de la muleta, con la que el matador encontró tierra fértil, largos y sentidos derechazos, rematando con una tanda de manoletinas que arrancaron sonoras palmas, las primeras en más de un año; una estocada caída fue suficiente para que el toro doblara, otorgando el juez José Luis Orozco, una oreja tras ligera petición.
Salió de la puerta de toriles, "Español", herrado con el 90, de 485 kilos, negro, zaino, enmorrillado, cornicorto, recibido por Luis David, de azul marino y oro, ejecutando faroles de rodillas ante el sonoro aplauso del respetable. Al igual que su antecesor, el matador fue breve con muleta, dando paso al picador de buena labor, no así banderilleros, pero pronto se olvidó el mal trago al brindar a los aficionados y tomar la muleta para ejecutar una faena en los medios, ante un toro distraído al que apenas le pudo sacar Manoletinas; tras un pinchazo, estocada caída, el burel dobló y el matador saludó al tercio.
En suerte, siguió "Otra vez aquí", al hierro con el 62, de 490 kilos, negro, zaino, enmorrillado, corniapretado, recibido por Saldívar con medias verónicas de rodillas, pasado de inmediato a la lanza para recibir castigo breve. Finalmente, bueno el último par de banderillas y tras brindis a la señora Liliana Quintero, el matador hidrocálido elaboró una faena pausada, buscando sacarle jugo a un astado débil que asistió a molinetes muy a regañadientes, dosantinas para recolectar palmas y acomodar al toro, colocando media estocada, caída, pero que cumplió su cometido; saludando Arturo al tercio.
Cierraplaza "Don Arturo", herrado con el 70, presumiendo 440 kilos, negro, meano, cornivuelto, voluntarioso aunque falto de trapío, asistió al capote y al castigo con la vara, mostrando su nobleza al ejecutar Adame unas vistosas zapopinas que alborotaron el avispero. Bien plantado en el ecuador, ejecutó notables tandas de derecha, rematando con desdén y aunque buscó por todos los medios, el toro no dio para más; estocada en la cruz, ligeramente desprendida y apenas trasera, pero suficiente para que, tras escuchar un aviso, el astado doblara y el matador recibiera una oreja protestada, poniendo fin a una tarde que ya de por sí es histórica.
TOROS
se lidiaron ayer en la plaza de toros Alberto Balderas de Ciudad Lerdo.
