Gunther Gerzso, artista plástico de ascendencia húngaro-alemana, a quien se recuerda este miércoles que se cumplen 21 años de su muerte, pasó a la historia por la creatividad y la versatilidad con las que abordó diversas expresiones artísticas.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Gunther Gerzso nació en la Ciudad de México el 17 de junio de 1915, hijo del emigrado húngaro Oscar Gerzso y de Dore Wendland, mujer alemana.
Tras la muerte de padre, su familia se fue a vivir a Suiza, con un hermano de su madre, en una casa llena de obras de arte, y es en ese medio que Gerzso conoció a Paul Klee (1879-1940) y al escenógrafo Nando Temberlani (1896- 1967), quien lo introdujo en el teatro.
Regresó a México en 1931 y para 1935 se trasladó a Cleveland, Estados Unidos, donde estudió escenografía en el teatro Playhouse.
Datos biográficos disponibles señalan que hacia 1936 recibió el nombramiento de director de dicho recinto, cargo que desempeñó durante cuatro años.
En 1940 murió su madre y un año más tarde el artista volvió a México con la firme intención de dedicarse de lleno a la pintura, sin embargo no pudo completar este deseo y retornó a Estados Unidos por problemas económicos.
De acuerdo con la biografía publicada en el portal El Poder de la Palabra, los siguientes 20 años Gunther Gerzso realizó numerosas escenografías por encargo de prestigiados directores de teatro y de cine, entre los que destacan Luis Buñuel (1900-1983) y John Ford (1894-1973).
En 1953, el artista se trasladó a Italia, donde la convivencia con aquella cultura le construyó un estilo pictórico abstracto que no dejó de alimentar. De esta época destaca su obra influenciada por pintores como Wolfgang Paalen (1905-1959), Yves Tanguy (1900-1955) y Giorgio de Chirico (1888-1978).
En los siguientes años, Gerzso utilizó planos geométricos y superficies lisas con combinaciones cromáticas complejas.
En 1962 decidió dejar de lado su trabajo en el ámbito cinematográfico y se abocó a la pintura por completo, dejándose influenciar por el arte precolombino.
La obra de Gerzso fue distinguida con premios como el Nacional de las Bellas Artes; el Nacional Juan Pablos, por una serie de 14 serigrafías titulada Del árbol florido, inspirada en poemas prehispánicos, y la Beca de la Fundación Guggenheim en 1973.
Pero sin duda el mayor prestigio le llegó de la mano de los dos Arieles honorarios que le otorgó la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas en 1994 y 2000.
Gerzso además es autor de la estatua en plata que otorga como condecoración la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de México.
El trabajo del creador se incorporó como pieza importante del movimiento de “La ruptura”, corriente donde los artistas respondían ante el estancamiento de la pintura de México, en una época en la que el arte nacionalista era un monopolio encabezado por grandes muralistas, como David Alfaro Siqueiros (1896-1974), Diego Rivera (1886-1957) y José Clemente Orozco (1883-1949).
“La ruptura”, en cambio, incorporaba ideas y valores más cosmopolitas y abstractos en su trabajo, con lo cual buscaban expandir su temática y estilo más allá de los límites del muralismo.
Gunther Gerzso murió el 21 de abril de 2000, pero su legado marcó tendencia y fue un parteaguas en la vida cultural de la nación; situación que fue reconocida por escritores tan destacados como el ganador del Premio Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz (1914-1998) y el cronista Carlos Monsiváis (1938-2010).
