Los primeros siete días se realizaron excavaciones, por lo que hasta el 28 de febrero se habían localizado 19 cuerpos.
A casi cinco semanas de que familiares de personas desaparecidas localizaron una zona de entierros clandestinos en Celaya, Guanajuato, suman 20 cuerpos exhumados y dos cráneos hallados, de acuerdo con las autoridades.
El sábado 20 de febrero, las integrantes de los colectivos "De pie hasta encontrarte" y "Una luz en mi camino" denunciaron a las autoridades el sitio, ubicado en la comunidad Sauz de Villaseñor.
Los primeros siete días se realizaron excavaciones en diversos puntos, por lo que hasta el 28 de febrero se habían localizado 19 cuerpos enterrados.
Sin embargo, en acuerdo con la Fiscalía General de Guanajuato y las Comisiones estatal y nacional de Búsqueda, en la segunda semana no se hicieron más trabajos, sino que se abocaron a la exploración y limpieza de todo el terreno, con la intención de conocer el área de trabajo y prepararse.
"Es muy grande el lugar", describió Jaime Rochín, titular de la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas, organismo que también colabora en la búsqueda.
A partir del 8 de marzo, retomaron las excavaciones, ya sobre puntos más específicos.
De acuerdo con Bibiana, vocera de "Hasta Encontrarte" y quien busca a su hermano desaparecido en 2010, el lugar es un cementerio clandestino, que podría ser mayor al de Salvatierra, donde fueron exhumados 79 cuerpos.
"Son muchísimos puntos positivos, comenzamos a verificar el área y había una fosa tras otra, tras otra; va a ser más grande que la de Salvatierra", dijo unos días después de haber localizado el terreno.
Jaime Rochín destacó que se ha trabajado de manera coordinada con los colectivos de familiares de personas desaparecidas y la Fiscalía.
Aunque el viernes 5 de marzo fue encontrado un cuerpo, se había acordado realizar el levantamiento hasta este lunes, sin embargo los colectivos denunciaron que los restos fueron levantados antes.
El asunto fue aclarado con posterioridad, pero Jaime Rochín hizo un llamado a las autoridades para priorizar la comunicación hacia las víctimas y así evitar malas interpretaciones.
