Pandemia, en manos de la población en La Laguna

La Comarca Lagunera enfrenta una encrucijada al inicio de este mes de marzo en términos de la pandemia del COVID-19. La población de la región tiene la posibilidad de marcar definitivamente una tendencia a la baja en cuanto a hospitalizaciones, fallecimientos y nuevos contagios por el virus, o bien, enfrentarse a una nueva alza en dichos indicadores que pueda complicar la actividad social.

Según datos de la Secretaría de Salud en Coahuila, el promedio móvil de nuevos contagios en un lapso de siete días se ubicaba hasta ayer sábado en 26.8 casos diarios, una cifra comparable a lo que se vivía el 24 de septiembre pasado cuando se registraban diariamente 26.4 casos; en aquel entonces se tenía también una tendencia a la baja en los valores de hospitalización y fallecimientos.

Incluso a principios de septiembre del año pasado, el mismo alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, celebró que la región había entrado de forma temporal en un "semáforo verde" dentro de los Indicadores para la Estimación del Riesgo Epidemiológico, efectivamente La Laguna se encontraba con estadísticas sanitarias que generaban expectativas sobre nuevas aperturas de giros, negocios y actividades sociales.

Sin embargo la situación cambió en un lapso de semanas, los nuevos casos diarios y hospitalizaciones se incrementaron en coincidencia con la realización de eventos masivos no autorizados, festejos clandestinos durante las fiestas patrias y las elecciones para renovar el Congreso local en Coahuila durante octubre.

Para el 7 de noviembre el promedio móvil de nuevos contagios en un lapso de siete días era ya de 125.7 casos diarios, es decir, unas cinco veces más contagios por día que unas semanas atrás. La ocupación hospitalaria llegó a sus niveles máximos en la región con casi un 90 por ciento de camas COVID utilizadas el día 3 de noviembre de 2020, era ya la región de la entidad con mayores niveles en cuanto a los indicadores sanitarios.

Noviembre pasado fue además el de mayor letalidad por COVID-19 para la población de Torreón, según los mismos datos de la Secretaría de Salud de Coahuila se registraron 372 muertes en el municipio, lo que significó una tasa de 14.2 por ciento del total de los contagios oficiales registrados, 2,607 en total, es decir, unas 12.4 muertes diarias.

A partir de entonces las autoridades anunciaron operativos de mayor rigidez en cuanto a la vigilancia social, de actividad comercial y de otros giros, además se hicieron esfuerzos para aumentar la disponibilidad de camas para la atención de la pandemia, tal fue el caso de la instalación de un hospital móvil a un costado del Hospital General de Torreón, así como la inauguración de un Centro de Recuperación para pacientes contagiados en el edificio de la Academia de la Policía de Torreón.

Esos escenarios de la pandemia, aunque recientes, no se han repetido pese a que en diciembre aumentó la movilidad en la región con motivo de las compras y fiestas decembrinas y de fin de año, durante enero y febrero la ocupación hospitalaria de la Laguna ha seguido una tendencia a la baja hasta llegar a los 11.5 por ciento que se tienen este primer fin de semana de marzo; además durante ayer sábado se reportaron solamente 19 nuevos casos y un fallecimiento en Torreón.

DESAFÍOS

Sin embargo por delante se tienen retos claros, este domingo 7 de marzo se llevará a cabo el primer partido con público en el estadio Corona, las autoridades han permitido un aforo de 12 mil 450 personas (40 por ciento del total) y la venta de bebidas alcohólicas; también se afinan protocolos para el regreso del público a las funciones de lucha libre y la actividad comercial se ha liberado prácticamente por completo, aunque con diversos protocolos.

Además en junio próximo se llevará a cabo el proceso electoral más grande de la historia en el país, campañas, recorridos de candidatos y las votaciones como tal podrían incidir o no en las cifras de la pandemia.

Pendiente queda también el proceso de vacunación a la población abierta en la ciudad de Torreón, toda vez que se han aplicado dosis solamente a personal médico y de enfermería, mientras que para los adultos mayores de 60 años no existe fecha siquiera para que lleguen las vacunas.

Como única referencia se tiene lo ocurrido el viernes en Lerdo, Durango, donde las autoridades federales iniciaron el proceso de vacunación en medio de retrasos y desorden.