Hay quien se queja de que siempre ponen las mismas canciones en la radio.
O también, de que siempre les toca atestiguar los mismos ‘setlist’ en los bares de la localidad; la queja es válida, pero, ¿de quién es la “culpa”?
El otro día, sintonicé a amigo Charly Rimada en uno de sus populares espacios; me tocó oír Hysteria, de Def Leppard, ¡una vez más! A mi cerebrillo llegó una profunda reflexión: ¡siempre ponen lo mismo en la radio! Pero no pude interrumpir semejante himno; sería un sacrilegio.
Lo escuché hasta el final y lo disfruté bastante, como siempre.
En cuanto la canción terminó, Charly mandó el saludo correspondiente; se trataba de una complacencia. Y la programación tuvo que seguir.
No soy una persona que escuche radio de manera frecuente. En aquellos días, durante mi primera juventud, era asiduo a Radiografía del Rock (en años recientes, incluso, me ha tocado participar activamente como parte de él?
Saludos a los otros tres loquitos que son parte de, nos vemos el domingo), de ahí en más, una o dos estaciones podrían llamar mi atención de vez en cuando, pero hasta ahí.
Regresemos al tema central, ¿por qué escuchamos siempre “lo mismo”?
Fácil, es lo que la gente quiere escuchar; los humanos solemos ser reticentes al cambio. En los bares, las personas buscan divertirse, pasar un buen rato, cantar, no les interesa (en su mayoría) una propuesta nueva. Están en su derecho.
Entonces, ¿sirve de algo quejarse tanto con argumentos tan endebles y, precisamente, con cero propuesta?
Crear el cambio es algo caro; las revoluciones cuestan. Lágrimas, sudor, sangre; ¿quién está dispuesto a sacrificarse?
La recompensa puede ser muy gratificante; es cuestión de trabajo, constancia, paciencia... y no cualquiera.
Crear un nombre, una marca, ser exitoso es el resultado de un largo camino, en la mayoría de los casos. Al final, cada quien elige a quién seguir y si se casa o no con una marca.
Por otro lado, las nuevas propuestas merecen espacio, pero no están exentas de recibir críticas, que en ocasiones suelen ser muy duras. Criticamos todo, lo nuevo, lo viejo, lo mismo, lo de siempre. ¿Qué hay que hacer?
Seguir adelante, ‘keep walking’, dijo Johnny. Ver de dónde vienen los disparos, tomar lo que nos sirva y seguir.
Que las complacencias se queden en canciones para el radio, venimos al mundo a crear o disfrutar, no a ser lo que los demás quisieran que fuéramos. ¿O sí?
Por algo las mismas canciones “de siempre” siguen ahí. Algo nos recuerdan o a algún mágico lugar nos llevan, y eso no está peleado con seguir buscando nuevos lugares, nuevos sonidos, nuevos aromas o sabores… ¿O sí?
Por hoy, los dejo. Suerte a los amigos que luchan por mantener firmes sus espacios, alejados del bullicio mundano; que el Éxtasis no pare nunca. Mañana será domingo, siempre en domingo, y recuerden que “siempre es la misma función, el mismo espectador, el mismo teatro...”. Nos vemos en la radio.
Quedan abiertos, como siempre, los canales de la comunicación: La Música del Dihablo (Facebook) y @Foko_54 (Instagram y Twitter). See you!
