Nuevos grupos de personas piden alimentos. (AGENCIA REFORMA)
La crisis económica, derivada de la pandemia, ha provocado que se incrementen las filas afuera de comedores públicos de la Ciudad de México.
Debido a la emergencia sanitaria, la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social registró un incremento del 30 por ciento en la demanda de comida que entrega a comedores públicos y comunitarios. Al día, proporciona 75 mil 393 comidas.
La población demandante se ha ampliado, principalmente personas en situación de calle, habitantes que se autoemplean o familias que viven en zonas de alta marginalidad, indicó personal de la Secretaría.
Por ejemplo, en las filas que se forman afuera del Comedor Vicentino, en República de Perú, en el Centro, apareció una nueva población: cerca de 50 personas de la tercera edad y habitantes de vecindades cercanas.
Uno de los que acuden a ese comedor es Juan Antonio Becerril, de 66 años, a quien los 3 mil 500 pesos que tiene de pensión mensual no le alcanza para él y cuatro familiares. Recibe una ración de guisado de bistec con papas, arroz, pan y agua, alimento que aprovechará para que se convierta en la comida del día de él y su familia.
De ser posible, intentan que los alimentos rindan para el desayuno del día siguiente.
