Cada año, ciudadanos conservadores acuden a las calles de Estados Unidos para manifestarse en contra del aborto.
Ayer se celebró de manera virtual la Marcha por la Vida, considerada la movilización más grande de Estados Unidos que rechaza el aborto.
Cada año, ciudadanos conservadores acuden a las calles de Estados Unidos para manifestarse en contra del aborto cerca del día del aniversario del fallo Roe contra Wade, con el que la Corte Suprema de la Unión Americana legalizó la interrupción del embarazo en 1973.
Ahora, debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19, únicamente una delegación de líderes provida marcharon hacia la sede de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Durante su caminata se pudo observar que los asistentes sostenían una rosa roja, mientras que otros llevaban carteles con leyendas como "Soy la generación provida", "Los derechos humanos comienzan en el vientre materno", "Yo me arrepentí de abortar", entre otros.
Tras su recorrido, al llegar al Capitolio, los marchantes colocaron rosas en el suelo.
La marcha también se da luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden rescindiera el jueves una regulación que prohibía que la ayuda exterior de Estados Unidos se utilizara para llevar a cabo abortos o para promoverlos. Su decisión, aunque esperada, fue celebrada por los defensores del derecho al aborto y por algunos grupos humanitarios, mientras que fue criticada por los grupos que están en contra de la interrupción del embarazo.
El decreto de Biden se produjo menos de una semana después de que asumió el cargo y cumple con una promesa de campaña para revertir una política que mandatarios republicanos anteriores, incluido su predecesor Donald Trump, habían implementado inmediatamente después de tomar posesión.
