En plena pandemia, algunos aficionados laguneros se animaron a viajar a Mazatlán aun sabiendo que el partido contra Santos sería a puerta cerrada. Y es que si ellos ven que el estadio está abierto y hay boletos, por más que sepan de la situación, se les hace “fácil” salir.
Se dice que muchos habían pagado boleto y hospedaje con anticipación, y un viaje a la playa nunca cae mal. Quién sabe ahora cómo le irán a hacer con reembolsos, pero por lo pronto, lo paseado nadie se los quita. Sin embargo, al no estar disponible el Kraken para los visitantes, hubo quienes tuvieron que conformarse con “apoyar” al equipo de sus amores a la salida del hotel de concentración, ¿para qué? Tal vez para sentir que tuvo sentido el viajecito ese, porque en la cancha, los dos equipos se dedicaron a aburrir y al final no pasaron del cero a cero. Y entre tanto “apoyo” por parte de los seguidores santistas, hubo quien terminó tirado en el piso después de sendos guamazos que recibió por parte de otros como él. ¿Vale la pena?
Viajan para apoyar al equipo y al final, el viaje no queda más que en unas cuantas porras a un inexpresivo camión con jugadores a través del cristal y una trifulca entre aficionados de los mismos colores, trifulca que se vuelve viral. Las cosas están mal, a mi parecer, desde que los equipos han entrado en el jueguito de usar las redes para hacerse los chistosos y “pelearse” entre ellos con argumentos que salen de lo deportivo. Nos dimos cuenta del tono que tomaría la cuenta del Morelia convertida en Mazatlán desde antes de que comenzara el torneo anterior. Desde antes de su primer partido. Esos tuits provocadores hacia otros equipos para entrar en una guerrita tonta, sin aportar ni sumar nada, solo pérdida de tiempo. Sabemos que es estrategia para llamar la atención de un equipo nuevo que todavía no tiene mérito en lo deportivo, pero, y los demás equipos que están entrando a esa modita, ¿qué tienen que decir al respecto?
No falta quien se enganche y una simple broma suba de tono; es fácil pasar a los insultos y más, ¿para qué? ¿Solo para llamar la atención? Para perder el tiempo. Todo, sin ninguna utilidad. Pobre futbol en el campo y a sus alrededores, grescas de carne y hueso, discusiones infértiles en las redes. Pobre futbol.
Los equipos deberían ser más inteligentes para crear contenido en sus redes, que es la vía directa de comunicación que tienen hoy con el aficionado, y no fomentar la discusión barata, infantil e infructuosa. Deberían ser más ingeniosos para estar vigentes. Antes del encuentro, Mazatlán FC decidió cerrar sus puertas, pero los aficionados no se quedaron con ganas de viajar… en plena pandemia.
Del otro lado del muro imaginario, Green Bay recibió a sus fans para ver cómo un eterno Brady los hacía ver su suerte. Tal vez nunca entendamos la decisión de Rodgers de no correr hacia las diagonales cuando pudo
hacerlo. Quizá nunca entendamos la decisión del coach local de ir por tres puntos cuando al reloj le restaban 2:02 minutos de juego.
Quizá siempre nos quejemos de “los cebras” mientras esté Tom en el campo, ¡pero vaya jugador! Ya habrá tiempo para hablar de él. Le queda un partido a la temporada, el más importante, y solo hay dos contendientes en pie. De un lado, un hombre de 43 años que ha ganado 6 veces el Super Bowl y está por jugar su décimo. Del otro, un joven de 25 años que busca repetir el título de hace un año. ¿Favorito?
Mientras Green Bay cayó víctima de sus errores, incapaz de aprovechar los del rival, Kansas vivió algo muy parecido a un día de campo… rudo, pero día de campo. Desde hoy les digo, no habrá quien pare a los “Jefes”; bienaventurados aquellos que sacaron su “papelito” en la quiniela.
Y mientras tanto, pobre futbol. ¿Le seguimos? @Foko_54 en Twitter. Respondo también en @Champs_mx [Instagram y Facebook].
Eduardo Sepúlveda//@Foko_54
