La mandarina, como bien sabemos, es un fruto similar a la naranja, pero con un tamaño más pequeño y achatado por su base. Se puede usar para tratar las úlceras, la vesícula, además de ser buena para la fiebre, la anorexia, la tos, además de la intoxicación etílica. (Especial)
La mandarina, como bien sabemos, es un fruto similar a la naranja, pero con un tamaño más pequeño y achatado por su base. Se puede usar para tratar las úlceras, la vesícula, además de ser buena para la fiebre, la anorexia, la tos, además de la intoxicación etílica.
La mandarina es una fuente importante de vitamina C, es rica en fibra y posee un contenido elevado de agua. El fruto se puede implementar en algunos tentempiés o postres como las macedonias, tartas, y cremas. Además de que se puede utilizar en platos de caza y de cerdo, incluso en platillos de mariscos.
Por otra parte, a nivel industrial la mandarina se puede emplear para distintos productos derivados como el zumo, conservas como la mermelada o la confitura, y también se puede implementar en la elaboración de licor de mandarina extraído de la corteza, y en bebidas refrescantes.
Por otro lado, la nectarina es un fruto redondo, con carne jugosa y con hueso, parecido al melocotón. Su piel es lisa, similar a la de la ciruela y se puede consumir pelado o sin pelar. Esta fruta es una de las que posee mayor contenido en vitamina B3. Además de que participa en el metabolismo de los nutrientes, potenciando la degradación del colesterol, por lo que ayuda a reducir su nivel en la sangre.
Se puede consumir fresco, cocido, y se puede utilizar para la elaboración de conservas, mermeladas y confituras. También puede encontrarse como ingrediente en algunos postres, tartas, crepas y hasta pasteles.