El juicio de los atentados del 13 de noviembre de 2015, que dejaron 130 muertos y 350 heridos en París y la localidad adyacente de Saint-Denis, comenzará el próximo 8 de septiembre y se prolongará hasta marzo de 2022, según informó a EFE este viernes la Fiscalía Antiterrorista. (ARCHIVO)
El juicio de los atentados del 13 de noviembre de 2015, que dejaron 130 muertos y 350 heridos en París y la localidad adyacente de Saint-Denis, comenzará el próximo 8 de septiembre y se prolongará hasta marzo de 2022, según informó a EFE este viernes la Fiscalía Antiterrorista.
Una sala con capacidad para 550 personas será expresamente construida en el antiguo Palacio de Justicia del centro de la capital para poder acoger a las 1,750 partes civiles que intervendrán, incluyendo a un centenar de abogados y periodistas.
Se prevén unos 110 días de audiencia en total, de martes a viernes, tras una exhaustiva investigación a caballo entre Francia y Bélgica que ha durado más de cinco años.
El juicio debía comenzar en enero de 2021 pero ha sido retrasado por la pandemia, que ya ha entorpecido el que juzga actualmente a los cómplices de los atentados de enero de 2015, cuya sentencia debía conocerse el pasado 13 de noviembre pero se ha hecho esperar hasta el próximo martes por la enfermedad de uno de los principales acusados.
Salah Abdeslam, el único miembro que queda vivo del comando que golpeó Francia, primero a las puertas del Estadio nacional en Saint-Denis, a las afueras de París, y luego en varias terrazas de la capital, terminando con la toma de rehenes en un concierto en la sala Bataclan, será juzgado en este proceso.
Junto a él, catorce acusados están en manos de la justicia francesa y belga en este caso, acusados de haber ayudado en la logística y mediación de los atentados, además de otras seis personas sobre las que pesa una orden de arresto internacional.
Aparece entre los perseguidos por la Justicia el belga Osama Atar, sospechoso de haber planificado los atentados desde Siria, que será juzgado en su ausencia por dirección de una organización terrorista y complicidad de asesinato en banda criminal.
Sin embargo, los servicios de inteligencia apuntan que este líder del Estado Islámico podría haber muerto.
Los ataques del 13 de noviembre, reivindicados por el Estado Islámico, dejaron el mayor saldo de muertos de la ola de atentados yihadistas que comenzó en Francia en 2015.
