El arte de respirar para correr

Los problemas del flato, agotarse antes de tiempo y terminar abruptamente la sesión de entrenamiento, son algunas dificultades que te toparás en caso de que respiras de una forma superficial en lugar de utilizar una respiración profunda.

Mucho Más que Inhalar y Exhalar Aire

En el caso del running, que es una actividad aeróbica, el oxígeno es básico no solo para tus pulmones, sino para tus músculos y para lograr un mayor rendimiento, por lo que será necesario en grandes cantidades.

Para los corredores, tener una técnica de respiración correcta puede marcar la diferencia entre correr más y mejor o no llegar a rendir lo necesario.

¿Por la nariz o por la boca? He ahí el dilema

Opiniones van, opiniones vienen, pero lo cierto es que lo ideal es respirar como tú te sientas más cómodo.

Para hacerlo, deberás tomar en cuenta ciertos aspectos que te ayudarán a elegir: por ejemplo al realizar un gran esfuerzo a un ritmo rápido, lo más conveniente es respirar por la boca ya que eres capaz de inhalar más cantidad de aire. 

Para utilizar únicamente la nariz, te recomendamos hacerlo cuando el esfuerzo es de bajo a moderado, si vas a realizar esfuerzos moderados o altos, el aporte de oxígeno que te proporcionará la respiración nasal no será suficiente.

TIPOS DE RESPIRACIÓN AL CORRER

Para ayudarte a identificar la manera correcta de respirar, estas son las diferentes maneras en que lo puedes hacer.

Respiración Clavicular

Se realiza llenando de aire la parte superior de los pulmones, por lo que entra poco aire y es una respiración poco efectiva. 

Lamentablemente es la que realizamos cuando corremos, sobre todo en momentos de fatiga o mayor esfuerzo, cuando tensamos hombros y brazos.

Es recomendable evitarla, porque no estarás recibiendo el oxígeno que necesita tu cuerpo ya que los pulmones se ventilan de forma insuficiente, se rompe la sincronía entre la frecuencia cardíaca y respiratoria y además te obliga a abrir la boca, lo que puede aumentar la deshidratación.

Respiración Torácica

En la inspiración se llena de aire la región media, que hace que se dilate el tórax. Los pulmones se hinchan y el pecho se levanta. 

Este tipo de respiración es el que empleamos en nuestra vida diaria, incluso a la hora de hacer deporte.

Sin embargo, no es la respiración ideal para correr, ya que existe una mayor resistencia a la entrada de un mayor volumen de aire.

Respiración Abdominal

Consiste en llenar de aire la parte baja de los pulmones, desplazando el diafragma hacia abajo y haciendo que el abdomen se hinche y el vientre se levante.

Respirando así lograrás un descenso suave del diafragma, ocasionando un masaje constante y eficaz en la masa abdominal y los pulmones se van llenando poco a poco de aire. 

La inspiración debe ser lenta, silenciosa y profunda, consiguiendo bajar las pulsaciones cardíacas.

Respiración Completa o Diafragmática

Esta es la respiración ideal para el corredor. Unifica todas las respiraciones mencionadas anteriormente y consiste en respirar desde el diafragma y no desde el pecho. 

Combinar estos tres tipos de respiración conseguirá llenar completamente los pulmones de aire y vaciarlos totalmente.