En ocasiones Malbéne dice cosas que asustan incluso a los heterodoxos como él. Declaró, por ejemplo, en una conferencia: “La más grande creación del hombre es la imprenta, y la más excelsa creación de Dios es Sofia Loren”. En labios de un teólogo esas palabras son ciertamente extrañas. Los jóvenes las aplaudieron; los mayores no.
En su más reciente artículo para la revista Lumen escribió Malbéne:
“Si la Iglesia admitiera el sacerdocio de las mujeres acrecentaría no sólo sus recursos humanos, sino también su humanidad. Y si hiciera del celibato religioso algo optativo eso la pondría más cerca de la naturaleza y más cerca también del cristianismo original”.
Hay quienes consideran escandalosas las opiniones de Malbéne, y muy alejadas de las enseñanzas de la Iglesia. Los defensores del lovaniense responden diciendo que las doctrinas de Cristo pusieron también escándalo en los escribas y los fariseos, y que Malbéne se apega más a la palabra de Jesús, según aparece en los Evangelios, que a los cambiantes dictados de los hombres. Sin embargo su apego a la Iglesia y su esperanza en ella son incuestionables. Él mismo lo ha dicho: “Los malos clérigos me han hecho ser un poco anticlerical. Espero que los buenos me ayuden a dejar de serlo”.
¡Hasta mañana!...