El estado de Australia del Sur está en alerta máxima tras anunciarse este lunes que se han producido 17 nuevos contagios de transmisión local de la COVID-19, los primeros que se detectan en esa región del país oceánico desde abril pasado. (ARCHIVO)
El estado de Australia del Sur está en alerta máxima tras anunciarse este lunes que se han producido 17 nuevos contagios de transmisión local de la COVID-19, los primeros que se detectan en esa región del país oceánico desde abril pasado.
Las autoridades australianas, como otros países de Asia-Pacífico, han reaccionado de forma muy contundente desde el inicio de la pandemia, lo que ha ayudado a mitigar de forma más efectiva la transmisión de los contagios.
Las nuevas infecciones en Australia del Sur, en donde viven 1,8 millones de los más de 25 millones de habitantes que tiene el país oceánico, están vinculadas a los tres contagios reportados el domingo en una familia de Adelaida, que incluye a una mujer de 80 años y una persona que trabaja en un hotel que opera como un centro de cuarentena.
"No tenemos los resultados genómicos todavía pero estoy absolutamente segura de que viene del medi-hotel", dijo este lunes a la cadena local ABC, Nicola Spurrier, jefa de Salud de Australia del Sur, jurisdicción Se que acumula más de 530 casos de coronavirus, entre los que se incluyen 4 fallecidos.
Entre los nuevos casos de COVID-19 también se cuentan a dos cuidadores de ancianos lo que ha obligado a cerrar un centro para el cuidado de adultos mayores en Adelaida, así como a cerrar un restaurante comida rápida para una limpieza profunda, así como un supermercado, una escuela primaria y un parvulario.
El rebrote en Australia del Sur motivó a las vecinas jurisdicciones de Tasmania, el Territorio Norte y a Australia del Sur a imponer restricciones a los desplazamientos desde esa región por haberse convertido en un foco de COVID-19.
Australia acumula desde el principio de la pandemia más de 27.730 casos de COVID-19, entre ellos 907 fallecidos, la mayoría de ellos tras agravarse a finales de junio el rebrote de COVID-19 en la ciudad de Melbourne, la segunda más poblada del país, que disparó las cifras de contagios y muertes a nivel nacional y paralizaron los planes de reactivación económica.
