Juan López relata que no tuvo ninguna revisión sanitaria.
Durante la mañana de este martes, un grupo de migrantes connacionales fueron deportados de los Estados Unidos hacia México tras ser perseguidos durante toda la noche y detenidos por la mañana. Uno de los migrantes relato su experiencia y evidenció que ninguna de las autoridades migratorias les realizó alguna revisión médica, pese a la emergencia migratoria por la pandemia del Coronavirus.
Se trató de un grupo de seis migrantes mexicanos, quienes cruzaron el río Bravo durante la noche del lunes y durante toda la noche fueron perseguidos por las autoridades norteamericanas hasta ser detenidos entre las 08:00 y 08:30 horas de este martes.
Jaime López, de 51 años y originario de la Ciudad de México pero con residencia en el Estado de Querétaro, fue detenido por autoridades de la Patrulla Fronteriza en los Estados Unidos junto con otros connacionales; quienes de forma inmediata fueron puestos a disposición de las autoridades del INM.
Sin embargo, ni las autoridades migratorias estadounidenses, ni las mexicanas les realizaron revisión médica alguna, pese a la contingencia sanitaria que ha representado la pandemia del Coronavirus. En el caso del INM solo les pidieron sus datos, les dieron un kit de alimentación y les ofrecen el descuento para adquirir sus boletos de autobús y retornar a su estado de origen.
El ciudadano mexicano relató que esta no es la primera vez que ingresa a Estados Unidos, sin embargo, reconoció que actualmente es mucho más difícil. Dijo que cruzaron el río Bravo en una lancha inflable, y una vez en territorio de Estados Unidos las autoridades los siguieron durante toda la noche y los detuvieron alrededor por la mañana; estableciendo que debido al cansancio ya no tenían fuerzas para correr y fueron detenidos.
"Toda la noche nos estuvieron siguiendo, siguiendo; hasta que ya nos salieron en las cuatrimotos y las camionetas, con los perros. La verdad, que ya no teníamos fuerzas para correr. Hoy por la mañana, toda la noche, pero ya cuando nos agarraron fue a las ocho, ocho y media", detalló Jaime López.
El originario de la Ciudad de México señaló que, conforme a su experiencia al cruzar el rio Bravo e ingresar a los Estados Unidos; reconoció que ahora es mucho más difícil que en años anteriores; inclusive afirmó que no hay forma de poder pasar.
