La sobrepesca podría estar empujando a las dos especies a pelear por los recursos, advierten. (INTERNET)
En abril pasado, especialistas de Austria y Libia encontraron en la costa de Libia un tiburón zorro de 4.5 metros de largo, que había sido herido en el costado por el pico, de 30 centímetros, de un pez espada.
Según los expertos, de acuerdo con la ubicación de la espada, el tiburón resultó herido cerca de la columna vertebral y en el aparato branquial, lo que provocó daños en nervios, arterias, arcos branquiales y luego llegó al corazón.
La investigación del caso fue publicada en la revista Ichthyological Research. "El pez espada involucrado en el ataque actual no era joven, sino aproximadamente del mismo tamaño que el tiburón zorro y, por lo tanto, no encaja en su espectro de presas, lo que hace pensar que sea poco probable un ataque como respuesta defensiva", señalan.
Se trata de "otro caso que muestra cuán peligrosos son los peces espada", dice Patrick L. Jambura, de la Universidad de Viena y autor principal del estudio, a Forbes.
El equipo cree que el ataque pudo haber sido accidental: los dos pueden podrían haber estado compitiendo por la misma presa o podría haber sido un intento del pez espada por ahuyentar al tiburón.
Jambura añade que, de incrementarse estos ataques, serían "una señal alarmante de la situación en el Mediterráneo", ya que la sobrepesca podría llevar a los depredadores a competir por recursos.
