La madrugada del pasado viernes 23 de octubre falleció
Agustín Fernández Muñoz, mejor
conocido como “El Cri Cri’’ Fernández, referente histórico del desaparecido equipo Laguna en Segunda División por haber jugado
las 15 temporadas que la Ola Verde militó en esa rama hasta lograr el ascenso en 1968.
Fue uno
de los primeros grandes ídolos de
la afición lagunera, campeón de
goleo individual y el delantero que
anotó más goles en un partido
cuando le ganaron al Pachuca
seis a dos en el Estadio de San
Isidro, habiendo anotado Agustín la media docena de tantos.
Su muerte causó gran consternación entre los aficionados de
antaño para quienes fue un gran
ídolo por su desempeño en la cancha y entrega en la defensa de los
colores del Laguna. Nació el cinco
de septiembre de 1935 en la colonia San Rafael de la Ciudad de
México, cuna de grandes futbolistas como Antonio “La Tota’’ Carbajal, Mario Ochoa y Enrique Borja, entre otros. Empezó a jugar
futbol en los equipos de Fuerzas
Básicas del desaparecido equipo
Oviedo, del cual pasó al Oro de la
categoría Juvenil Especial, después al Central de Primera Fuerza y finalmente al Comercial Herdez de Primera Intermedia.
En este último equipo tuvo
de compañero a Francisco Rosas
Figueroa, hermano de don Carlos de los mismos apellidos,
quien en ese entonces ocupaba
el cargo de Vocal
en la mesa directiva del Club Laguna. Fue Francisco quien recomendó al “Cri
Cri’’ Fernández para que viniera
a reforzar al equipo Laguna que
iniciaba su participación en Segunda División en la temporada
1954 - 1955. En la Ciudad de
México era conocido como “El
Cerrote’’ por trabajar en la carpintería que llevaba ese nombre.
A su llegada al Laguna fue
bautizado con el mote de “Cri Cri’’
por su gran parecido con el “Grillito Cantor’’, siendo don Fernando Silva y don Rafael Román, directivos del Laguna en ese entonces, quienes le pusieron este mote al llegar a la Comarca. Jugador de regular estatura, delantero nato, con gran habilidad para
entrar al área enemiga a “bayoneta calada’’ y buen tirador con
ambos pies. A la Ola Verde llegó
en compañía de Armando “El Bicicleta’’ Roldán, veloz extremo derecho que se entendía muy bien
con Agustín Fernández.
Sus compañeros de equipo a
su llegada al inolvidable Laguna
fueron Isaac Plata (+), Antonio “El
Chorreado’’ Ortiz (+), Leonel Arredondo Aldaco (+), Pedro “Perico’’
Borrego (+), Armando “El Chato’’
Samaniego (+), Raymundo “La
Chata’’ Alejandre (+), Eduardo
Castro (+), Roberto “La Gringa’’
Vega (+), los hermanos Fernando “El Camote’’ y Óscar “La Boa’’
Aragón, ambos fallecidos, Rubén
“El Cupido’’ Guzmán (+), los hermanos Enrique y Jaime Yassin (+),
Francisco “Maracas’’ Banda (+) y
el peruano Julio Ayón “El Negro’’
Aparicio (+). Ya hay un once titular en la gloria celestial de la primera camada de la Ola Verde.
En una entrevista realizada
en septiembre de 2008 recordó
que su primer sueldo en el Laguna fue de dos mil pesos mensuales. La prima económica que recibían en ese entonces era de
100 pesos por partido ganado y
50 pesos si empataban. Eran los
tiempos en que la Ola Verde viajaba a sus partidos foráneos en
un autobús que le entraba el aire por todos lados y cuando se
descomponía los jugadores debían bajarse para darle “puchón’’.
Entre sus grandes hazañas
contó que en una ocasión el Laguna recibió en el Estadio San Isidro
al equipo Poza Rica que era un auténtico trabuco en Segunda División. Don Pedro Valdez, directivo
de la Ola Verde en ese entonces,
le ofreció 200 pesos por gol anotado en ese encuentro. Esa memorable tarde “El Cri Cri’’ consiguió
tres anotaciones para que su equipo ganara por cuatro a uno.
Agustín Fernández fue uno
de los jugadores con mayor número de goles en un partido,
anotados contra Pachuca en el
Estadio de San Isidro en el encuentro que ganó Laguna por
marcador de seis contra dos. “El
Cri Cri’’ anotó la media docena
de tantos laguneros. Sus actuaciones eran muy regulares cada
temporada por lo que fue convocado en varias ocasiones por
el entrenador Donato Alonso a la
Selección Nacional de Segunda
División que ganó el Torneo del
Pacífico celebrado en agosto de
1961 en Vancouver, Canadá.
Varios equipos de Primera División pretendieron sus servicios,
entre ellos el Nacional de Guadalajara, pero don Arturo Pérez Gutiérrez, directivo
del Laguna, acabó
con las intenciones de los tapatíos
al ofrecerle 20 mil pesos al “Cri
Cri’’ para que continuara en la Ola
Verde. Con esa cantidad se compró una casa en calle Independencia y avenida Mina de Gómez Palacio, en la que vivió 50 años.
Las primas económicas y
premios especiales que ganó durante su carrera profesional los
invirtió en el Taller Azteca de Enderezado y Pintura que inició actividades en calle Escobedo y
avenida Mina de la vecina ciudad.
Posteriormente se trasladó a
avenida Águila Nacional número
1555 de Torreón, el cual atendió
personalmente hasta los últimos
días de su vida. A sus 85 años de
edad todavía le pegaba fuerte al
marro para sacar los golpes de
los vehículos chocados y les daba lija antes de pintarlos.
El jueves de la semana anterior le fue diagnosticado Covid19 y fue internado en una clínica particular de Gómez Palacio,
en donde falleció a consecuencia de este mal la madrugada
del viernes 23. Le sobreviven su
esposa Elvira Valenzuela viuda
de Fernández, sus hijos Elvira,
Rocío, Gabriela y Agustín Eduardo Fernández Valenzuela.
“Cri Cri’’ Fernández se retiró
en la temporada 1967 -1968, en
la cual jugó unos cuantos partidos y la Ola Verde consiguió el
anhelado ascenso después de 14
años de intensa lucha. Lamentablemente, para él no hubo partido de despedida por parte de la
directiva del Club Laguna. Fue
don Juan Abusaid Ríos (+), presidente de los Diablos Blancos
de Torreón, quien organizó un
encuentro en honor de este legendario jugador.
¡Descanse en
Paz Agustín Fernández Muñoz!
¡Hasta el próximo miércoles!
<b>
Sergio Luis Rosas