Le intentaron demostrar que debía esforzarse más, pero el empleado que lo quiso probar, falló también. (INTERNET)
Un hombre japonés intentó sin éxito 200 veces atrapar un premio en una máquina de peluches y tras tantos fracasos acumulados, terminó llamando a la policía para que investigaran si había un fallo técnico.
Los policías pidieron ayuda a un empleado del centro de ocio Sega, en Tokio, quien a su vez intentó demostrar que no había ningún fallo, sino que el cliente simplemente ‘debía esforzarse más’.
No obstante, después de muchos intentos de su parte, el empleado tampoco logró sacar un premio, así que terminó por moverlos, para que fuera más fácil atraparlos.
Tras esto, tanto él como el cliente finalmente tuvieron éxito, según detalla el propio sujeto, que fue compartiendo lo sucedido en Twitter.
Sega aprovechó el incidente para señalar a través de un comunicado, que en caso de problemas con sus máquinas, los visitantes pueden contactar directamente al personal de las salas de juego.