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Espanto II clama por la lucha libre

El Luchador afirma que hoy en día la televisión fabrica a las estrellas.

GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los espacios de recreación para la comunidad lagunera poco a poco se diversifican y se amplía la oferta para el público, las posibilidades de diversión y distracción crecen, y aunque a paso lento, hoy en día cada quien puede elegir el deporte o espectáculo de su preferencia.

Este mismo fenómeno se presenta en del ambiente luchístico, con la aparición de nuevas empresas y la apertura de otras arenas, seguramente por tratarse de un entretenimiento que desde hace décadas se encuentra hondamente arraigado en la Comarca Lagunera, lo que ha dado lugar al surgimiento de primerísimas figuras en el llamado deporte de los costalazos.

Habla fuerte

Don Fernando Cisneros, quien hace décadas diera vida a Espanto II y formara parte de la inolvidable tercia de Los Hermanos Espanto, al lado de Espanto I (Eusebio Vázquez) y Espanto III (Miguel Vázquez), habla de la transformación que ha sufrido la lucha libre, principalmente durante las dos últimas décadas, y las consecuencias que ha traído a este deporte, hoy en plena decadencia.

?La pérdida de valores en la sociedad ha afectado de forma seria al pancracio, y mucho de lo que se ve comúnmente en los encordados laguneros se relaciona con insultos o agresiones entre gladiadores y aficionados, que prácticamente se han perdido el respeto, al transgredir esa línea que antaño difícilmente se violaba.

?En México, la lucha libre entró en una etapa de decadencia en todos los aspectos después del surgimiento de la empresa AAA, la cual introdujo ciertos elementos que en nada ayudaron a su crecimiento, que al paso del tiempo le han quitado su esencia deportiva y lo han convertido en un espectáculo de pésima calidad?.

El Espanto II considera que lejos de ser una actividad que genere la sana convivencia familiar, hoy los escenarios destinados a la promoción de programas luchísticos, en gran porcentaje se han convertido en sitios donde aquella persona que acude con la intención de divertirse debe soportar toda clase de faltas de respeto de jóvenes y adultos que han tomado las plazas deportivas para dar rienda suelta a su escasa educación; que ya alcoholizados sienten el deseo de agredir, sin importar que al lado se encuentren niños y damas que buscan un espacio para divertirse sanamente.

?Lo más grave es que muchos de los luchadores mal llamados ?profesionales?, son los principales responsables de este tipo de conductas, toda vez que incitan con sus actitudes a que esos pseudoaficionados sigan apoderándose de las arenas.

?Ahora es común que durante los combates, con el pretexto de encender el ánimo del público, los gladiadores en plena batalla deciden invadir el graderío, sin importar la incomodidad e inseguridad que representa para el público estar a la expectativa ante la posibilidad de resultar golpeados?.

En cuanto a la llamada época de oro de la lucha libre, Fernando Cisneros añora aquellos tiempos y señala: ?es normal ver que algunos luchadores simplemente deciden bajarle los calzoncillos al rival, en un acto que resulta repugnante y vergonzoso, sin que alguna autoridad se decida a frenar este tipo de inmoralidades, que resultan poco edificantes para las familias presentes?.

Resaltó don Fernando, que el constante intercambio de mensajes entre gladiadores, e incluso entre éstos y el público, ya sea mediante señas o en forma verbal, denota una total falta de principios y respeto por esta noble profesión, y lejos de ganarse la simpatía y el reconocimiento de quienes pagan un boleto por presenciar un espectáculo, obtienen el repudio y provocan que las familias se alejen de las arenas.

?Estas irregularidades, por parte de quienes se hacen llamar luchadores profesionales, lamentablemente terminan por exhibirlos, dejan al descubierto su escasa preparación técnica y los hace ver como simples improvisados, que a falta de recursos luchísticos recurren al truco barato para ?entretener? a un público que poco a poco ha perdido la facultad de exigir calidad a estos cómicos del encordado?.

Como ejemplos de esta situación citó a los gladiadores Vampiro Canadiense, El Zorro y Hator, quienes la noche del 15 de septiembre fueron anunciados para su presentación en la Arena Olímpico Laguna de Gómez Palacio, donde dejaron huella de su pésimo nivel como luchadores y defraudaron por el espectáculo presentado.

Incluso, Hator en dos ocasiones quedó con los calzoncillos fuera de su posición, en lo que fue considerado por algunas familias presentes como un verdadero insulto, más por la presencia de gran cantidad de niños que esa noche acudieron a este escenario.

Ese mismo detalle se presentó días después en el Auditorio Municipal, cuando Bronco metió en apuros a Tarzan Boy al bajarle la braga en pleno ring, en una evolución que también resultó reprobable, más por tratarse de un gran gladiador que cuenta con una larga trayectoria y se supone que no tiene necesidad de recurrir a este tipo de acciones.

Resalta también la que califica como bochornosa jornada del pasado 29 de septiembre en la Olímpico Laguna, donde tras disfrutar de una serie de buenos combates por parte de los gladiadores locales, tuvo que soportar el repugnante espectáculo presentado por Latin Lover, Abismo Negro, Cibernético y Shocker, luchadores que fueron contratados para un combate de lucha libre y terminaron por dar lástima sobre el ring ante los aficionados que tienen alguna noción de lo que es este deporte, mientras que una buena cantidad de eufóricas e incontrolables damas invadieron el cuadrilátero, al superar el pobre dispositivo de seguridad.

?La verdad es que no lo soporté, me dio vergüenza y coraje ver en lo que han convertido la lucha libre, ese deporte por el que muchos trabajamos para hacerlo grande, lo han acabado tantos improvisados que hoy se dicen estrellas, cuando poco o nada conocen de esta disciplina?.

Reconoció quien alguna vez fuera estelar de la Empresa Mexicana de Lucha Libre, que dentro de este gremio hay quienes se preocupan por mantener viva la esencia del pancracio, aunque se ven rebasados por la ola de nuevos aspirantes, donde muy pocos llegan con las bases adecuadas para ejercer este noble oficio, que hicieron grande inolvidables figuras, entre quienes destacaron muchos de origen lagunero, que no tuvieron que recurrir a recursos baratos, sino a la disciplina y trabajo de gimnasio.

Factor determinante

Para esta leyenda viviente, dentro de la lucha libre contemporánea, el público es uno de los factores principales para el rescate y posible desarrollo de este deporte-espectáculo, son las familias las que tienen el poder de exigir a empresarios y luchadores programas de calidad, donde los participantes se brinden con profesionalismo en cada una de sus presentaciones.

?La espectacularidad en la lucha libre es posible, no es un factor que se encuentre peleado con la esencia y raíces de este deporte, al contrario, van ligados uno al otro, pero la integración de elementos ajenos como los insultos o actos que atentan contra la moral, necesariamente deberán ser erradicados si realmente se desea el rescate del pancracio.

Es el aficionado quien tiene el poder de exigir calidad a todo el que pise un cuadrilátero, y que no por ser locales o ?grandes estrellas? producto de la televisión, se les permita cualquier tipo de actitud bochornosa, que termine por convertir a la lucha libre en un espectáculo propio para adultos?.

Señala en referencia a los luchadores foráneos: ?quienes vienen principalmente de las arenas capitalinas suelen llevarse importantes cantidades de dinero por un trabajo de media hora en el escenario, además de tener debidamente cubierto el pago de transporte, ya sea en avión o por tierra y también el hospedaje, lo cual representa un trato digno por parte de las empresas que hacen el esfuerzo de contratarlos y corren con todos los riesgos?.

Consideró que a un simple obrero le llevaría de dos a tres meses ganar la misma cantidad que un luchador de los llamados estelares en una visita a La Laguna, aunque con jornadas de ocho o más horas de trabajo y bajo estricto control de calidad.

?Lo menos que deben hacer estos elementos es brindarse sobre el encordado, algo que parece olvidárseles, al pasar el mayor tiempo en los pasillos o el mismo graderío, con un espectáculo que en calidad dista mucho del que ofrecen en televisión?.

¿Quién prende la mecha?

Ante esta serie de irregularidades, que como un ente depredador poco a poco extermina al espectáculo de calidad, antes considerado como un motivo de orgullo y no de vergüenza, la pregunta queda en el aire: ¿quién prende la mecha?

El Espanto II consideró que mucha de esta responsabilidad radica en la misma primera autoridad de cada uno de los municipios laguneros donde se realizan funciones de lucha libre, al ser ellos los propios responsables de nombrar o ratificar a los presidentes de la Comisión de Box y Lucha Libre.

?A estos funcionarios se les confía una misión, pero con el compromiso de respaldarlos para hacer valer un reglamento, prefieren esconder la cabeza antes que tomar acciones enérgicas?, enfatizó.

Se pondrá orden: Ignacio Guzmán

Tras reconocer que el espectáculo del pancracio es un auténtico dolor de cabeza para la Comisión de Box y Lucha Libre en Gómez Palacio, el presidente de dicho organismo, Ignacio Guzmán Cuéllar, afirma que se tomarán las acciones necesarias para poner orden en los escenarios donde se realiza este tipo de actividad, siempre y cuando el Alcalde otorgue su total apoyo para hacer cumplir el reglamento.

?Tengo entendido que el Alcalde estuvo presente en la función del pasado 29 de septiembre y se dio cuenta de lo que ahí pasó. No creo que le hayan gustado mucho las irregularidades ocurridas, por ello creo que será el primero en exigir que haya respeto. Si la primera autoridad respalda mi trabajo, habrá orden a partir de ahora en las arenas, si no, mejor renuncio al puesto que ocupo y que sea otra la persona que se haga cargo del mismo?.

Destaca el funcionario, que en anteriores administraciones no se tuvo el apoyo de la primera autoridad y debido a ello no se ejercieron acciones para mantener el orden en la lucha libre, lo que sin duda ha contribuido a que este deporte se haya degenerado hasta convertirse en un espectáculo de muy mala calidad.

Para don Ignacio Guzmán, mucha culpa de esta situación la tiene la Tesorería Municipal, que se concreta a cobrar los impuestos correspondientes y provoca que los empresarios ignoren a la autoridad que regula la actividad de la lucha libre, de ahí la importancia de que sea el propio Alcalde quien ponga orden.

Reconoce Guzmán Cuéllar que el ambiente de la lucha libre es muy distinto al de antaño, y que ahora las faltas de respeto son más comunes y hasta cierto punto normales, aunque no por ello justificables. Agrega que a la par de las acciones a tomarse por parte de la comisión bajo su cargo, se deberá contar con el apoyo del Departamento de Prevención Social y la Dirección de Seguridad Pública, a fin de acabar con el desorden que puede llevar un día no muy lejano a situaciones lamentables en estos escenarios, además que se garantice la calidad del espectáculo y no se atente contra la moral y las buenas costumbres.

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