Garbiñe Muguruza se derrotó 7-5, 4-6, 8-6 a Tamara Zidansek. (EFE)
La española Garbiñe Muguruza se mostró satisfecha de haber superado la primera ronda de Roland Garros ante una rival correosa, la eslovena Tamara Zidansek, que le puso al límite, pero la ganadora de 2016 aseguró que se siente "más preparada para la guerra".
"Mi predisposición a los tres sets y a querer la guerra sin respeto es mayor. Antes los momentos importantes no iban de mi lado por falta de confianza, o respeto, o nerviosismo, ahora estoy más rodada. Este año he jugado partidos duros a tres sets, lo que ayuda a que en momentos de igualdad ya sepa qué se siente", indicó.
"Hoy he notado que estaba preparada para jugar tres sets, cuatro, los que hicieran falta", afirmó tras imponerse por 7-5, 4-6 y 8-6 en algo más de 3 horas de partido.
Muguruza aseguró que se le sumó "la tensión de un Grand Slam, un primer partido, una jugadora desconocida y su altísimo nivel durante tres horas".
"Estoy contenta por haber ganado, tengo que mejorar algunas cosas, ponerme en control antes, pero las primeras rondas son difíciles, no sabes cómo va a salir", señaló.
Muguruza también se refirió a las condiciones particulares en las que se está jugando el torneo.
"No son condiciones fáciles, estamos acostumbrados a algo diferente, las bolas, la pista, la temperatura, jugar con luces,... es un Roland Garros muy diferente", dijo la tenista, que consideró que lo peor es la baja temperatura.