Cinco jugadores salieron expulsados en el partido del domingo entre Paris Saint-Germain y el Marsella. (AP)
El Olympique de Marsella (OM) salió ayer en apoyo de su defensa español Álvaro González, al que Neymar había acusado de racista al asegurar que durante el partido del domingo le llamó "mono hijo de p...".
"Álvaro González no es racista. Nos lo ha demostrado en su comportamiento diario desde su llegada al club y así lo han afirmado ya sus compañeros", indicó su equipo en un comunicado.
El desencuentro entre ambos jugadores en el partido del domingo, que el PSG perdió por 0-1, saltó ayer a sus respectivos clubes cuando estos salieron en defensa de sus futbolistas.
"No hay lugar para el racismo en la sociedad, el futbol y nuestras vidas", dijo el PSG, que en su comunicado pidió "que todo el mundo se pronuncie contra todo tipo de racismo".
Neymar recibió una tarjeta roja después de que los responsables del VAR pidieran al árbitro que revisara una imágenes en las que cacheteaba repetidamente la cabeza de González.
"Ahora quiero ver la imagen del racista llamándome 'mono hijo de p...'... Yo fui expulsado ¿y él?", dijo en Twitter el jugador brasileño, quejándose de la actuación arbitral.
Antes de que el OM intercediera a su favor, el defensa central español había negado tener ese comportamiento racista: "No existe lugar para el racismo. Carrera limpia y con muchos compañeros y amigos en el día a día", sostuvo.
El encuentro, que supuso la primera victoria del OM sobre el PSG desde 2011, terminó con las expulsiones de Neymar, Kurzawa y Paredes por el equipo parisino y de Amavi y Darío Benedetto por los marselleses.